EN GALERÍAS: Servando y la epifanía de los cuerpos

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La exposición retrospectiva La memoria de los borrados, que acoge el Museo Nacional de Bellas Artes reúne piezas de varias etapas de Servando Cabrera Moreno, un creador que transitó sin traumas de la abstracción a una figuración francamente expresionista, hasta que alcanzara su definición quizás más canónica en una zona sensual, sugerente, de pujante erotismo. Es la concreción de una marca de autor inconfundible. Uno mira estas piezas y enseguida lo sabe: esto es un Servando.

Buena parte de la muestra es una epifanía de los cuerpos, una fiesta de los sentidos, una celebración del amor, la pasión, la vida…. Para Servando Cabrera Moreno el ser humano es el centro mismo de la creación. Y el cuerpo es mucho más que el templo.

En esta exhibición se articulan varias líneas discursivas. De hecho, siguiendo las lógicas de la curaduría, se evidencian algunas historias. Servando fue un artista muy prolífico, con un itinerario pletórico de peripecias, y la exposición presenta también una selección de fotografías, documentos, diseños, dibujos, papelería y reconocimientos, como el Premio Joan Miró.

En una labor de cocuraduría, las especialistas Rosemary Rodríguez Cruz y Teresa Toranzo han conseguido resaltar temas que todavía, a más de cuarenta años del fallecimiento del artista, generan polémica. En vida, Servando sufrió injusticias, exclusiones, incomprensiones, erróneas aplicaciones de la política cultural… y sin embargo, nunca traicionó las esencias de su poética. Puede que para algunos espectadores sigan siendo turbadoras muchas de estas figuraciones, pero el artista defendió su verdad contra todos los obstáculos. Y pudiera ser considerado, de alguna manera, un adelantado.

La memoria de los borrados, conformada con obras de varias colecciones, demuestra la utilidad de los empeños colectivos.

Servando pintó, dibujó mucho. Fue también maestro de varios artistas, pese a que en algún momento le prohibieran enseñar. Pero al final devino referencia indiscutible del arte cubano del pasado siglo. Su memoria no fue borrada. Es ahora presencia permanente y esta exposición es testimonio de la actualidad de ese legado.(Portal Cuba Sí)