Un equipo internacional de investigadores de China, de las universidades de Washington en St. Louis y la Estatal de Michigan (MSU) de Estados Unidos, entre otras instituciones, crearon ese elemento químico, considerado muy inestable para encontrarse en la naturaleza.
Con el uso de aceleradores de partículas para producir el isótopo, los científicos superaron los límites de los modelos para explicar cómo se construyen y permanecen unidos todos los núcleos, y predecir lo que sucede en entornos cósmicos extremos que quizás nunca podamos imitar o medir directamente desde la Tierra.
Recordó la publicación que todos los átomos de magnesio tienen 12 protones dentro de sus núcleos.
Anteriormente, la versión más ligera de magnesio tenía siete neutrones, para un total de 19 protones y neutrones, de ahí su designación como magnesio-19.
Para producir magnesio-18, más ligero en un neutrón, el equipo comenzó con una versión estable (magnesio-24).
El ciclotrón del Laboratorio Nacional de Ciclotrones Superconductores en MSU aceleró un rayo de núcleos de este último elemento a aproximadamente la mitad de la velocidad de la luz.
Enviaron ese rayo hacia una lámina de metal hecha del elemento berilio.
“Esa colisión te da un montón de isótopos diferentes más livianos que el magnesio-24. Pero de esa sopa, podemos seleccionar el que queremos”, declaró Kyle Brown, profesor asistente de Química de esa universidad.
Confirmaron los autores la obtención del isótopo de magnesio-20, una versión inestable porque decae generalmente en décimas de segundo.
La Tierra está llena de magnesio natural, forjado hace mucho tiempo en las estrellas, considerado un componente clave de nuestras dietas y minerales en la corteza del planeta.(Prensa Latina)