Nuestro cerebro nos engaña: no refleja fielmente la realidad, sino que la construye sobre la base de lo que vimos poco antes, promediando lo que está pasando ante nuestros ojos y lo que pasó en el pasado.
Así lo descubrió un estudio italiano de la Escuela Internacional de Estudios Avanzados de Trieste, publicado en el Journal of Neuroscience.
El fenómeno se debe a la discrepancia entre los recursos del cerebro y la sobreabundancia de estímulos que lo bombardean: esta distorsión perceptiva o sesgo, de hecho, refleja la necesidad del cerebro de encontrar regularidad en el mundo exterior, haciéndolo más predecible y por lo tanto más fácil de comprender y gestionar.
Para estudiar el fenómeno, los investigadores dirigidos por Michele Fornaciai pidieron a un grupo de voluntarios que observaran grupos de puntos blancos y negros presentados en una secuencia muy corta en una pantalla de computadora.
Así observaron que la percepción de los participantes estaba en realidad condicionada por las imágenes que ya habían visto.
“Se juzgaba, por ejemplo, que un grupo de objetos era más grande o más numeroso de lo que realmente era, dependiendo de si el participante había visto previamente un conjunto de objetos más grande o más numeroso”, dijo Fornaciai.
Los resultados obtenidos también revelaron otro aspecto importante: esta percepción ilusoria es generada por neuronas visuales, que combinan información sensorial presente con un rastro de información pasada.
“Es algo así como un promedio entre la imagen anterior y la actual”, explicaron los investigadores de SISSA. “Este proceso tiene lugar cuando la imagen empieza a tomar forma en nuestra mente”.
El estudio también dice algo más sobre el funcionamiento del cerebro: “Podríamos decir que la percepción se basa en parte en nuestras expectativas”, comentó Domenica Bueti, coordinadora de la investigación.
“Lo que ya hemos experimentado con nuestros sentidos, de alguna manera, afecta cómo percibir eventos futuros”, concluyó.(Portal Cuba Sí)