En medio de las medidas adoptadas por el país para sanear el estado actual de nuestra economía, la disciplina tributaria juega un papel decisivo en la efectividad de cuanto hagamos.
Como sabemos, la recaudación que se obtiene por concepto de la política fiscal, constituye la fuente financiera necesaria para el aseguramiento de los distintos programas sociales. Para ello es necesario construir una sólida cultura tributaria.
Muchas veces nuestro pueblo no es consciente que la evasión fiscal de cualquiera de los actores económicos, incide directamente en el cumplimiento de los programas sociales y en la calidad con que se llevan a término.
A nivel internacional importantes figuras políticas y empresariales fueron juzgados en los tribunales por violar el fisco y han cumplido largas condenas.
La existencia de actores económicos que no reportan sus verdaderos ingresos para quedarse con una buena parte de los recaudos y la de vendedores particulares que no realizan ningún aporte al fisco, terminan por afectar la cuota de beneficio que corresponde a todos.
La práctica de diversas acciones de control muestra la existencia de millones de pesos que se adeudan por muchos infractores.
Generar ingresos y reducir el déficit presupuestario, son elementos esenciales para el saneamiento económico donde las políticas tributarias cumplen un papel esencial.
La constitución de mipymes y otras entidades sin crear sólidas bases normativas para su correcto funcionamiento dieron lugar a distorsiones que deben ser rectificadas.
El pasado mes de julio durante la clausura de las sesiones de trabajo de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, señaló cómo muchos de los negocios surgidos con la creación de nuevos actores económicos no respondieron a la confianza del Estado con la honestidad y la transparencia demandada. En consecuencia, aseguró el mandatario, ningún violador del fisco y la legalidad podían cuestionar las actuales exigencias.
Entre las acciones de control que se efectúan a lo largo del país con la reconocida participación popular, el enfrentamiento a la evasión fiscal exige una acción enérgica de todos los factores de la sociedad, sin que este constituya una cacería de brujas. Los nuevos actores económicos son necesarios y deben contribuir significativamente al desarrollo del país.
Corresponde construir una verdadera cultura tributaria. Desde la escuela, hasta el colectivo laboral, desde la base campesina hasta la comunidad, donde podemos incrementar acciones para el conocimiento de las manifestaciones evasoras y los implicados que merecen el rechazo social.
Exigir el cumplimiento de las obligaciones tributarias, deviene en salud financiera para la economía cubana.
Ángel Rodríguez Pérez, TVYUMURÍ