Este título es un eufemismo, claro que es necesario limpiarlas y protegerlas, no obstante, si no las ensuciamos no es preciso higienizar, o al menos con grandes movilizaciones, así que en vez de hacer movimientos de personal para limpiarlas debíamos invertir más tiempo en crear conciencia en no contaminarlas.
Este proceso debe ser un propósito de todos. Comienza por la familia, la escuela, las organizaciones políticas y de masa y concluye con la aplicación de la ley a los infractores por autoridades competentes. Para lograr el objetivo es importante crear las condiciones con recipientes y la sistemática recogida de los desechos.
Recientemente estuve en Varadero. Cerca de donde me estaba bañando había un grupo de extranjeros, no importa la nacionalidad. Consumieron cervezas, comieron algunas golosinas y al retirarse recogieron todos los desechos y los echaron en jabas, no sólo los de ellos, también otros cercanos dejados por cubanos. Esto es educación.
Mientras no seamos capaces de mantener la limpieza será necesario continuar con las movilizaciones para sanear las playas y costas, pero no considero relevante el realce que le damos en la prensa, porque ellas son producto de una indisciplina generalizada.
Radio 26