Hace 95 años nació en Unión de Reyes, el 10 de agosto de 1929, el ingeniero mecánico e historiador Alberto Perret Ballester. El ejemplo de su vida laboriosa merece honor.
Recibió la primera enseñanza en su pueblo natal y después ingresó en el célebre Colegio La Progresiva, en Cárdenas. Viajó a Estados Unidos para estudiar ingeniería mecánica y se graduó de esa carrera en 1953, en la Missouri School of Mines and Metalurgy.
Se incorporó a la Gruenler Crusher Co, en San Luis, Missouri, donde permaneció ocho meses. Volvió a Cuba en 1954 para trabajar en los Talleres Perret, propiedad de su familia, en Unión de Reyes. En 1961 esta fábrica fue nacionalizada y pasó a denominarse Empresa Primero de Mayo, conocida como “La Fundición”.
A partir de 1963 trabajó por casi cuarenta años en la Delegación Provincial del MINAZ en Matanzas. Se especializó en el diseño de grandes piezas para la industria azucarera.
Algunos de sus aportes fueron un equipo para mejorar los filtros de cachaza y un tacho con diseño especial. Creó un perforador para tambores de mazas, capaz de trabajar con altas velocidades de corte, operados desde una pizarra de control.
Gracias a su espíritu innovador construyó una fresadora para rayado longitudinal de mazas. También concibió un molino de dos mazas y una válvula de evaporación con diseño simplificado, entre otras realizaciones novedosas.
Perret se destacó, además, en su condición de historiador de la industria azucarera en Matanzas. Fue autor de un guion general para las salas de historia del azúcar en varios museos.
En 1982 propuso la creación de un Museo Nacional del Azúcar en el antiguo Ingenio Las Cañas, en Alacranes, que nunca se llevó a cabo. También propuso que fuera declarado Monumento Nacional.
Diseñó y asesoró en 1989 la construcción, en el Central Juan Ávila, de una fábrica de raspadura imitando un ingenio del siglo XVIII. Su Mapa Histórico-azucarero de Matanzas resultó premio provincial y nacional en 1999.
Pero su mayor obra fue el libro El azúcar en Matanzas y sus dueños en La Habana, editado en 2007. En este texto investigó el desarrollo azucarero de Matanzas desde sus inicios hasta finales del siglo XX.
Es una valiosa fuente de información sobre los diversos aspectos vinculados a la producción de azúcar en la región. Contiene, además, un apéndice con un mapa y la relación de los 618 ingenios que han existido en Matanzas.
Resultado de décadas de trabajo con una gran variedad de fuentes, este libro es considerado un aporte trascendental a la historia económica de Cuba.
Así fue la vida laboriosa de este hijo de Unión de Reyes fallecido en 2012. Al decir de la historiadora Beatriz Ortega, fue “un hombre íntegro, un patriota y una persona muy inteligente”.
TVYUMURÍ