Panamá acelera política de deportación de migrantes irregulares

El nuevo director del Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá, Roger Mojica, confirmó hoy que aceleran los planes para deportar a viajeros ilegales que entran por la selva de Darién rumbo a Estados Unidos.

De acuerdo con el funcionario, la política quedó clara por el presidente de la República, José Raúl Mulino, en su discurso a la nación cuando fue posesionado en al cargo, el pasado 1 de julio.

En ese mensaje Mulino indicó además que los delincuentes internacionales usan esta región como su base de operaciones, de ahí la necesidad de apelar a la solidaridad internacional respecto de la causa que genera el problema, y buscar soluciones con los países involucrados.

“No permitiré que Panamá sea un camino abierto a miles de personas que ingresan ilegalmente a nuestro país aupados por toda una organización internacional relacionada con el narcotráfico y el tráfico de personas”, indicó entonces el mandatario.

Mojica explicó que la repatriación o expulsión del país dependerá del registro migratorio que se tenga de las personas; considerando a quienes no cuenten con los sustentos para permanecer en Panamá, o tengan casos pendientes.

También señaló que el acuerdo suscrito con Estados Unidos permitirá iniciar el cierre de la frontera con Colombia, sobre todo en tres pasos no autorizados que utilizan los caminantes por la costa del Pacífico y del Caribe así como otros senderos terrestres que dan acceso al sector del Hito de Chucurti.

De esa manera, agregó, se evita la anterior dispersión de fuerzas de seguridad en múltiples puntos, lo que atentaba contra la eficiencia en la lucha contra las organizaciones delictivas transnacionales que se benefician del tráfico de personas y otros delitos relacionados con esta población vulnerable.

Sobre el tema, el defensor del Pueblo de Panamá, Eduardo Leblanc, afirmó que las repatriaciones de migrantes irregulares que llegan al país atravesando el Darién, tienen que ser voluntarias y no forzadas.

El Ombudsman también indicó que más del 20 por ciento de las miles de personas que transitan por la jungla son menores de edad, quienes no pueden ser detenidos ni encarcelados.

De otra parte opinó que cerrar las trochas en la selva tendrá sobre todo un impacto psicológico que no detendrá el flujo necesariamente, porque los migrantes buscarán otras vías en el mismo Darién o por mar.

En lo que va de año, cerca de 200 mil migrantes han atravesado la selva, mientras que en 2023 fueron más de 520 mil , una cifra inédita, según datos oficiales.(Portal Cuba Sí)