New Hampshire pondrá a prueba la condición de favorito del expresidente estadounidense tras el impulso que logró la semana pasada en las asambleas electorales del GOP en Iowa, donde se impuso cómodamente a la exembajadora en la ONU y al gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien canceló su campaña la víspera en medio de decepcionantes resultados.
El estado en disputa mañana lo ganó Trump sin problemas en las primarias de 2016, pero lo perdió después por partida doble en las elecciones generales tanto de ese año como de 2020.
A juicio de observadores Haley podría tener un mejor desempeño allí porque existe un electorado más moderado que el que Iowa, y será decisivo para ella, que lucha por establecerse como la principal alternativa a Trump.
Una eventual victoria suya en New Hampshire podría ofrecerle el impulso necesario -incluido el dinero de los donantes- para continuar hacia las primarias de Carolina del Sur, su estado natal, el 24 de febrero, y luego ir al Súper Martes el 5 de marzo, cuando se deciden las preferencias en varios puntos del país.
Sin embargo, una derrota precipitaría su salida de la pelea y aceleraría al GOP a unirse en torno a Trump, al que los sondeos le dan un 50 por ciento de intención de votos, mientras que Haley cuenta con un 39.
Al abandonar ayer, DeSantis dijo que daba su apoyo a Trump porque firmó “un compromiso para apoyar al candidato republicano» y cumplirá. Decidió por el exmandatario porque «no podemos volver a la vieja guardia republicana de antaño: una forma reenvasada de corporativismo recalentado que representa Nikki Haley”, subrayó.
DeSantis ingresó a las primarias presidenciales de su partido como la mayor amenaza para Trump y al informar su salida de la campaña apenas contaba con seis por ciento en New Hampshire.
El pasado 15 de enero, el empresario Vivek Ramaswamy dejó la competencia luego de un resultado muy malo en los caucus de Iowa, pero antes desertó el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, que sí advirtió que haría todo lo posible porque el magnate no regresara a la mansión ejecutiva.
A finales de 2023, el senador por Carolina del Sur Tim Scott -que igualmente dio a conocer su respaldo al exgobernante como hicieron Ramaswamy y DeSantis- y el exvicepresidente Mike Pence tiraron la toalla.
De momento encuestas, analistas y medios han coincidido en los pronósticos. Para este martes no pocos apuestan por Trump en New Hampshire. El magnate lleva una marcha arrolladora, pese a todo.
(Prensa Latina)