Nuestro clima está implosionando más rápido de lo que podemos hacer frente a condiciones extremas con fenómenos meteorológicos que azotan todos los rincones del mundo, apuntó.
En este escenario, los líderes deben aumentar la presión ahora para encontrar soluciones luego de que el planeta soportara este verano una temporada de ebullición, dijo.
A juicio de Guterres, el mundo aún puede evitar lo peor del caos climático aunque alertó que «no tenemos tiempo que perder».
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio Copernicus de la Comisión Europea confirmaron a finales de julio que ese mes se ubicó como el más caluroso jamás registrado.
En sus tres primeras semanas, el planeta experimentó el período más caluroso, los tres días más calientes y las temperaturas oceánicas más altas para esta época del año que se hayan documentado nunca.
“Las consecuencias son claras y trágicas: niños arrastrados por las lluvias monzónicas; familias que huyen de las llamas; trabajadores que se derrumban en un calor abrasador”, insistió en aquel momento el titular de ONU a la prensa.
Datos más recientes aseguran que alrededor del 90 por ciento del exceso de calor asociado al calentamiento global ha sido absorbido por el océano.
De acuerdo con datos de la OMM, un 27 por ciento del océano mundial está experimentando una ola de calor marina desde agosto de 2023 que afecta al medio marino y a los ecosistemas asociados, al tiempo que impulsa el desarrollo de ciclones tropicales.
La absorción del calor provocó que la temperatura global de la superficie oceánica aumentara unos 0,9 grados desde la época preindustrial.(Prensa Latina)