Yo quería ser varón cuando era niña. Quería andar ‘parriba’ y ‘pabajo’ con mi papá, montando caballo, pastoreando vacas, haciendo “cosas de machos”. Una vez me dijeron que si llegaba al lugar donde nacen los arcoiris podría pedir un deseo, pero yo era chiquita, no boba, y pronto me di cuenta de que no sería posible.Tal vez mi papá también quería un hijo varón, mas la lotería de sus cromosomas le regaló dos hembras.
Ahora yo lo pienso y no logro entender cómo mi papá, guajiro con pocas letras y tantísima luz no sucumbió a lo que era “normal”: las niñas adentro de la casa, jugando a las muñecas, sentadas con las piernas juntas, sin meterse en las conversaciones de los demás.
Habría sido perfectamente posible porque yo no fui una chiquilla rebelde y no enfrentaría jamás un regaño o indicación. Pero no hizo falta.
Mi papá me enseñó a ensillar y desensillar caballos, a montarlos, a ponerles los arreos para la araña (volanta, quitrín, carretón), a usar el machete y el garabato para cortar yerba, a pastorear vacas y carneros, me enseñó cómo descuartizar un cerdo o un carnero (por si se preguntan hace mucho, muuuuucho no practico), a marcar reses, a recoger y trillar arroz, a guataquear, las fases de la luna, a saber cuándo las gallinas van a poner, a hacer nudos, a diferenciar una jáquima de un freno…
Todo eso con la anuencia de mi mamá, que siempre quiso que sus hijas se valieran por sí mismas.
Mi papá se mudó de galaxia hace casi cinco años y, tal vez, no entendería todo lo que dice el Código de las Familias. A estas alturas estaría cansado de la “cantaleta”, pero un día como mañana se levantaría temprano como siempre, ordeñaría las vacas, le echaría comida a los puercos, desayunaría y se iría temprano a votar.Y votaría sí para que todos los padres tengan derecho a enseñarle a sus hijas las cosas que le enseñarían a sus hijos.
Voté #SÍ por la memoria de mi papá, por el futuro de mi mamá, porque mi Eric Marcel crezca sabiendo que es más importante lo que uno lleva por dentro que lo que muestra por fuera.
P.d.: Lo de querer ser varón se me quitó enseguida. Yo lo que quería era tener la oportunidad de hacer lo mismo que los niños, pero estoy segura que habría sido igual si ese deseo se hubiera mantenido.
Texto y foto: Sayli Sosa