Rescatistas y pobladores de Mayfield, Kentucky, se aferraban ayer a la posibilidad de “un milagro” que les permita hallar con vida a las personas que se cree quedaron enterradas bajo los escombros de una fábrica de velas, destrozada por uno de los más de 30 tornados que golpearon varios estados en Estados Unidos y que expertos atribuyen al cambio climático.
Jennifer Marlon, científica climática de la Escuela de Medio Ambiente de Yale, dijo que “existe alguna evidencia científica de que el cambio climático está afectando algunos aspectos de los tornados”.
Si bien reconoció que “es difícil modelar tales eventos locales a corto plazo” y que aún existe mucha “incertidumbre”, recalcó que “el momento, la ubicación y la variabilidad de los tornados están cambiando en la actualidad”.
Algunos de esos cambios, explicó, pueden deberse a la variabilidad interna en el sistema climático como El Niño: “Sin embargo, algunos de los cambios [por ejemplo, el momento —¡diciembre!—] y la ubicación [de los tornados] son consistentes con océanos más cálidos y cambios en los patrones de circulación atmosférica debido al calentamiento global”.
Bogdan Gaicki examina los daños causados por tornados
después de que el clima extremo azotara Mayfield, Kentucky. Foto: AFPCinco estados se vieron afectados por los tornados del viernes: Kentucky, Missouri, Illinois, Tennessee y Arkansas, donde se registraron escenas similares de edificios destruidos, infraestructura metálica retorcida, vehículos volcados, árboles quebrados y ladrillos esparcidos por las calles. El presidente Joe Biden lo calificó como “una de las peores series de tornados” en la historia del país, una “tragedia inimaginable”.
Según datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), la media de tornados que tocaron tierra en Kentucky en un mes de diciembre entre 1991 y 2010 fue de cero. Y en Tennessee es la misma cifra, mientras que en Illinois es de uno y en Arkansas es de dos y en todo el país sólo ronda la docena.
John Gordon, meteorólogo de la Oficina de Previsión del Servicio Meteorológico Nacional en Louisville (Kentucky), describió lo ocurrido en el estado como una “tormenta perfecta” que combinaba la estación fría con el aire cálido: “Sucedió el peor de los casos. Aire cálido en la estación fría, en medio de la noche”, dijo a EFE Gordon sobre el choque entre la masa de aire frío de un anticiclón que se movía hacia el este con una masa de aire caliente que había elevado las temperaturas el viernes a los 26 grados en la vecina Memphis, Tennessee, para horas después estar a sólo un grado sobre cero.
Los tornados se forman cuando aire frío choca con aire cálido y húmedo y lo empuja hacia abajo y, a medida que sube el aire caliente, crea una corriente ascendente y giratoria, según el Centro Nacional de Investigación Atmosférica. Sin embargo, no es común a estas alturas del año que haya aire cálido y húmedo a en estados donde normalmente se registran temperaturas cercanas a los cero grados centígrados.
Deanne Crisswell, directora de la Agencia Estadounidense de Manejo de Crisis (FEMA), señaló que Estados Unidos enfrenta hoy “una nueva norma” con la proliferación de eventos climáticos devastadores como los tornados del viernes: “Los efectos que estamos viendo por el cambio climático son la crisis de nuestra generación”, indicó.
Otros expertos pidieron ser cautos, ya que los tornados siguen siendo un fenómeno relativamente inexplicable.
En Mayfield, cerca de 40 horas después de que una fábrica de velas colapsara por el tornado categoría F3, de un máximo de cinco, seguían buscando sobrevivientes atrapados entre los escombros.
El portavoz de la empresa, Bob Ferguson, indicó que 93 personas del centenar que estaban trabajando en la fábrica al momento del colapso están localizadas y a salvo, aunque el gobernador del estado, Andy Beshear, aseguró que sólo 40 estaban localizadas y que no podía confirmar la información de la empresa sobre los 93 localizados. Beshear insistió en que el total de víctimas fatales en el estado ronda las 80 y espera que superen el centenar: “Es el tornado más mortífero que hemos tenido”.
Al menos 14 personas murieron en otros estados azotados por la tormenta, incluidas seis en las instalaciones de Amazon en Illinois.(Portal Cuba Sí)