Solidaridad para vencer al virus

Decir Cuba es decir solidaridad por eso no extraña que el mundo reaccione a la inversa cuando nuestro país más lo necesita.

Sólido y firme son acepciones del término solidaridad. Para definir a las personas que ayudan al prójimo. En tiempos de crisis se hace presente para salir de las dificultades.

De diversas latitudes llegan muestras de apoyo y valiosos recursos como soporte a la lucha que libramos desde hace más de 17 meses contra la Covid-19.

La mano amiga se extiende desde China, Vietnam, Venezuela, Rusia, Canadá, Sudáfrica, hasta llegar a más de 51 países que han enviado a la Isla donaciones, contabilizadas desde el inicio de la pandemia.

Los recursos externos de la cooperación internacional provienen de programas, proyectos o envíos puntuales puestos en función del desarrollo económico, científico y social del país.

Sin embargo para tocar tierra cubana los envíos deben sortear las piedras que el bloqueo pone en su camino, pues el cerco les impone fuertes restricciones en la transportación de los recursos e incrementos de precios. Aun así hemos recibido alimentos, equipos, insumos y material médico. Entre los principales se destacan medios de protección, determinaciones de diagnóstico de PCR y transportadores de muestras, ventiladores pulmonares, jeringuillas, agujas así como productos alimenticios.

La entrega de estos últimos, los alimentos, se desarrolló en medio de la venta de la canasta familiar normada y llegó a los 3,8 millones de núcleos familiares cubanos.

Gestos de altruismo se replican hoy por doquier como evidencias de que en la lucha contra la enfermedad no importa credo, raza, ideología o nacionalidad. Porque para vencer, el coronavirus debe abordarse con responsabilidad desde la solidaridad y la cooperación internacional.

Author: Yadira Ibáñez López