Fluido irremplazable

Matanzas.– Si hurgáramos en profundidad la cualidad que distingue a los 84 trabajadores del banco provincial de sangre en esta ciudad de Matanzas, saltaría a la vista que más que aferrarse al plan, les denota una entrenada capacidad de previsión.

Para el doctor Jorge Fraga director del centro, sortear obstáculos es el natural antídoto para ejercitar cuerpo y alma; y a la  vez, la clave del éxito.

Aplazamos la entrevista unos minutos porque ya lo había anunciado: amanecería en el banco para “extraer”, personalmente, el dinero del pago de sus trabajadores.

¿Momentos difíciles? Se pregunta este profesional de impecable oficina; espejo del centro.

Fluido irremplazable

Pues fue durante el episodio más complejo de la epidemia.

Se ponía en tela de juicio las entregas de sangre a hospitales; se comprometía además la que debíamos aportar como hemo componentes, es decir, de la que se produciría el Interferón, la Gamma globulina, y el plasma convaleciente que salvarían a miles de  pacientes.

Pero la Central de Trabajadores de Cuba aquí y sus sindicatos; también los CDR,  movilizaron a tanta cantidad de brazos que casi no dábamos abasto.

Y esas son las imágenes que quedan grabadas en momentos de alta complejidad: la capacidad del cubano para subir la parada y mostrarse tal cual.

El doctor Fraga narra que son en total 5  los bancos de sangre en Matanzas, una red que comprende los de Cárdenas, Colón, Jovellanos y Jagüey Grande; pero en contingencia operan como sincronizado sistema nacional.

Sangre matancera ha salvado pacientes habaneros, cienfuegueros y no es de extrañar que también fuesen recíprocos con nosotros.

Me preocupa que en ocasiones no tengamos la calidad que merece la alimentación de quienes donan sangre. Nada puede sustituir a la sangre, la ciencia no ha logrado replicarla e impacta cuando ves a quien resueltamente extiende su brazo, aunque sumes 10 años en esas funciones.

Tras demostrar que el centro funciona con la precisión del mejor reloj, se queja de que en ocasiones los familiares no son bien informados del procedimiento para garantizar la sangre, de  la seguridad que ofrece un  sistema, capaz de poder demostrar quien la donó y a quien le salvó la vida.

Fluido irremplazable

Demorar la entrega de ese líquido de vida, es apostar por la muerte; eso lo tenemos muy claro.

El doctor Julio Fraga detiene la conversación, entrecruza sus dedos y espeta: es la primera ocasión que no me piden los datos del plan.

A quien le muestren la cadena de decenas de rigurosos protocolos de control de la calidad, pero también de trabajo y esfuerzos para todo fluya tan rápido como el chasquido de dedos; le queda claro que donante y trasfundido han de ser más que amigos y a ustedes le deben.

Podríamos decir, doctor, que regalar ese fluido irremplazable; es uno de los más elevados valores de la especie humana.

Y chocamos nuestros puños cerrados, un gesto ya común entre el cubano.

(Por José Miguel Solís – Radio Rebelde)