El cangrejo volador

Teatro Icarón estrenó una obra que forma parte de su repertorio histórico, El cangrejo volador, una versión de Miriam Muñoz Benítez del original de Onelio Jorge Cardoso, que en esta puesta es interpretado por Noslen González, lleva el hilo conductor y constituye un homenaje a nuestro Cuentero Mayor.

El cangrejo volador es una alegoría de la incomprensión a los diferentes, según la pers­pectiva de los otros, a los que impulsan aspiraciones, que transgreden la visión que se tienen de las co­sas, a los que rompen lí­mi­tes y ayudan a trans­for­mar paradigmas ins­ti­tui­dos.

Varias de las premisas que defiende Onelio están en la puesta, le son fiel a su inmersión en el tema rural, que propicia ambientes y atmósferas, y las propias particularidades de los per­so­na­jes, cangrejos, pájaros…

Es una historia sencilla, pero poética. Destacan el diseño escenográfico de Rolan­do Estévez, la música in­ci­­den­tal, que contribuye a de­­­­finir espacios y situaciones, con letra de la propia Mirita.

Pensada en la puesta por la maestra Miriam Muñoz para espacios múltiples, pue­de fun­cionar lo mismo en la sala, que en plazas y parques; imbrica elementos del teatro de figuras y el actor en vivo, lo lúdico con la sen­cillez y la belleza.

Del primer estreno a este, hay cambios significativos, co­mo la cantidad de actores en escena, que eran solo dos y ahora hay cerca de cinco, lo que le ofrece otra dinámica.

El joven Cristian González protagoniza la puesta y demuestra en escena un eficiente trabajo corporal y vo­cal que, junto a Lucre Es­té­vez y Miriam Muñoz, realza el espectáculo.

La narrativa de Onelio Jorge Cardoso ha sido una de las más llevadas al teatro, por su lirismo, sentido humanista y también por las entrañables imágenes que pro­crea su literatura. La pues­ta de Teatro Icarón contribuye a mantenerlo vivo, a dia­lo­gar con otras genera­cio­nes. Una literatura que, sin duda, resulta trascendente.