Gracias a la educación sexual las personas obtienen la información y habilidades necesarias para adoptar decisiones saludables sobre su sexualidad y salud reproductiva. Constituye la educación sexual un proceso de enseñanza y aprendizaje acerca de una amplia variedad de temas, donde se exploran valores y creencias.
Muchas personas continúan pensando que hablar de sexo con los más jóvenes, además de ser inefectivo, contribuye a que estos empiecen antes su vida sexual. Nada más alejado de la realidad; numerosos estudios han revelado la efectividad de la educación sexual, sobre todo si se lleva a cabo en un entorno abierto y de respeto.
Antiguamente, toda práctica sexual que no fuese destinada a la procreación era considerada antinatural. Pero es que existen tantas formas de vivir la sexualidad como personas en el mundo. Los proyectos de vida hoy no giran solo en torno a la creación de una familia. Para ello existen los métodos anticonceptivos y algunos tienen el valor añadido de proteger ante infecciones de transmisión sexual.
Resulta vital incluir la sexualidad en la educación de los hijos desde edades tempranas, pues en las redes sociales e internet se pueden encontrar varios materiales que pueden dificultar el entendimiento e incluso llegar a confundir sobre lo que son buenas y malas prácticas.