Fue significativa la posibilidad de agasajar a Brachfeld justo en la sede de la organización que agrupa a artistas y escritores cubanos, destacó Carcasés.

Andrea, dijo, es una de las grandes flautistas del mundo, tiene devoción con Cuba, con la música cubana y la interpreta muy bien, por eso decidimos dedicarle este homenaje.

Hicimos lo que hacemos siempre: entregar el corazón como cubanos y como músicos de este país. Ella se lo merece y va a estar todavía ligada a Cuba mucho tiempo más, expresó el virtuoso jazzista cubano.

Es un honor, yo quiero mucho a Cuba, a los músicos cubanos y su música, aseguró Brachfeld, quien visita a menudo esta tierra y en la que cumplió el anhelo de presentarse en la Uneac.

La flautista estadounidense destacó además la importancia de una institución en el país que represente a los artistas.

En opinión de Maraca, presidente de la Sección de Música Popular de la Uneac, este encuentro significó el descubrimiento de jóvenes talentos, que Andrea pudo apreciar e incluso sorprenderse.

Representó también una oportunidad de pensar en espacios donde se pueda disfrutar la música en vivo, precisó el experimentado flautista.

Maraca, junto a la Camerata Cortés y los jóvenes jazzistas acompañaron a Brachfeld en una actuación de casi dos horas, en la que primó el género y la voluntad de fortalecer los lazos culturales entre ambas naciones.