Irán toma la mira y apunta, por ahora con palabras, al corazón militar de Israel en un juego ascendente que corre el riesgo de hundir a Medio Oriente en una espiral incontrolable a pesar de la lluvia de sanciones de Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Europea que intenta reducir a los más indulgentes de los consejeros del régimen de los ayatolás.
“La ubicación de los centros nucleares del enemigo sionista fueron definidos y tenemos a nuestra disposición la información necesaria sobre todos los objetivos.
En respuesta a cualquier acción hipotética que puedan tomar, estaremos listos para lanzar potentes misiles para destruir esos objetivos”, advirtió el general Ahmad Haqtalab, comandante de la unidad de seguridad y defensa nuclear de Pasdaran, junto con el aviso de “reconsiderar” la política nuclear de Teherán si “Israel amenaza las instalaciones nucleares iraníes”.
Más tarde, en el Consejo de Seguridad de la ONU, el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, fue directo al grano: “En caso de nuevos ataques del régimen israelí, Irán no dudaría ni un momento en una respuesta que le haga lamentar sus acciones”.
Así pues, los bolos cesaron por ahora, pero las posiciones de tiro están preparadas, a la espera del anunciado contraataque israelí que, según fuentes estadounidenses, no debería producirse antes del final de la Pascua judía, que comienza el 22 de abril y termina el 29.
Y en el que se cruzan la diplomacia clandestina y los llamamientos a la prudencia. Después de los rumores según los cuales la Casa Blanca había dado luz verde al Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para una operación en Rafah a cambio de renunciar a atacar a Irán en represalia por el ataque del fin de semana pasado y las consiguientes negativas, ciertamente llegó el anuncio de nuevas sanciones contra Teherán.
En el punto de mira están los mortíferos drones utilizados contra Israel y que Irán también suministra a Rusia para atacar a Ucrania.
Más precisamente, Estados Unidos y Gran Bretaña, en una iniciativa conjunta, identificaron a 16 personas y algunas empresas que permiten su producción a través de componentes y motores que propulsan las variantes Shahed.
También se están examinando opciones para otras sanciones, según el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby.
La reunión del Consejo Europeo en Bruselas también se centró en la producción de drones.
“La idea es atacar a las empresas que fabrican drones y misiles”, afirmó el presidente Charles Michel, mientras que el G7 de ministros de Asuntos Exteriores en Capri adoptó una postura unificada.
“Estamos a favor de la posibilidad de imponer sanciones a Irán por el ataque a Israel”, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, precisando que el G7 “invita a todos a ser prudentes” y reiterando que “somos amigos de Israel, lo apoyamos, pero queremos una reducción de la tensión en esa zona”.
También desde Capri, fuentes británicas insistieron en señalar que la línea telefónica con Teherán “debe permanecer abierta, porque debemos seguir dialogando”.
Al G7 la República Islámica, a través de su embajada en Londres, envió un mensaje pidiéndole que no adopte “medidas no constructivas”.
En una especie de equidistancia calculada para reafirmar sus dotes de gran mediador, el presidente turco, Recepp Tayyip Erdogan, intervino pidiendo desde Ankara un alto el fuego duradero en Gaza y una solución de dos Estados, subrayando que si “los países occidentales pueden reaccionar con una sola voz contra las represalias de Irán, los mismos actores ahora deben decirle basta a Israel, con una sola voz”.
Lo apoya su Ministro de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, quien desde Doha, tras una reunión con el jefe de la oficina política de Hamás, Ismail Hanyeh, reiteró la voluntad de la organización de deponer las armas en caso de que se reconozca un Estado palestino dentro de las fronteras de 1967.
Exactamente, el día en que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votó una resolución propuesta por Argelia en nombre de los países árabes para la plena admisión de Palestina.
Un recuento importante entre los miembros del organismo más significativo de la ONU, pero que chocó con el veto de Estados Unidos.
Desde la sede de la ONU, una vez más, el secretario general, Antonio Guterres, advirtió del riesgo de un conflicto regional y reiteró que la ofensiva israelí en Gaza creó un “paisaje infernal” en el que, afirmó Hamás, no murió hasta ahora 33.970 personas.(Portal Cuba Sí)