Una artista moderna

Visitar Narváez en Matanzas y no llegar a los talleres aledaños a la Escuela Profesional de Artes (EPA), donde el talento se desborda, es perderse lo mejor de ese lugar. Allí casi culmina cuarto año de la carrera de Artes Visuales, Dorismary García Armenteros, una colombina de veinte años de edad.

Doris, como de cariño le dicen, desde pequeña siente atracción por la pintura y cuenta que en preescolar ya realizaba sus primeros trazos. Dibujaba muñecas, inspirada en los animados de Barbie y también le fascinaba colorear en los libros de dibujos, que muy pocos niños pueden disfrutar ahora debido al elevado precio que tienen.

Su vínculo desde temprana edad con talleres en la Casa de Cultura de Colón, incentivó su amor por el mundo artístico, aunque desde un primer instante pintar solo era un hobby para ella.

Mucho esfuerzo y dedicación hicieron que en onceno grado entrara a la EPA, centro donde ya prepara su trabajo de diploma profesional.
“Me presenté varias veces a las pruebas de aptitud, desde que estaba en secundaria y no las aprobaba debido a las pocas plazas que entraban; finalizando décimo grado me presento por tercera vez y fue la vencida”, comenta.

Además dice que antes de trasladarse del preuniversitario a la provincia realizó retratos a profesores y amigos.

“La Escuela para mí fue y sigue siendo algo esencial, ya que la ciudad de Matanzas abrió mis puertas a la creatividad. Además tuve la posibilidad de intercambiar con pintores y ver sus obras y así pulir más mis técnicas”, dijo Doris cuando le pregunté por su recorrido en la institución.

¿Qué expresas a través de tus pinturas?.
“A través de mis obras transmito melancolía, dramatismo, poesía; expreso parte de mi mundo interior y mis misterios. También me gusta plasmar lo esencial del ser humano y para ello desvisto el alma y los sentimientos. Casi siempre dibujo cuerpos femeninos desnudos, no con un toque erótico sino para exponer el sentir humano”, respondió.

García Armenteros le agradce lo que es hoy a su abuela Lucrecia, quien ha sido su motor impulsor, la persona que más confía en ella y su apoyo emocional en cada momento.

El mayor sueño de esta artista moderna es que en el decursar de los años las personas sientan lo que hace a través del pincel y que su trabajo colabore a inculcar valores en la humanidad.

En los tiempos libres -dijo Doris- le gusta leer poesía, escribir y escuchar música, todo ello en su cuarto, uno de sus rincones favoritos de la casa. Asimismo afirmó que le agrada pasear por lugares que tengan una vista bonita y visitar museos y galerías. En vacaciones adora viajar a Cienfuegos, provincia donde vive una de sus mejores amigas. Toca la guitarra a pesar de no tener mucho dominio del instrumento, pero siempre que puede aprende con tutoriales de Youtube.

Dorismary es una persona maravillosa, inteligente, aplicada y sencilla. Su voz baja y melodiosa expresa sinceridad, nobleza y educación. Versa con la mente y con las manos y habla a través de sus cuadros lo que las palabras no pueden explicar.

Leonardo Pérez Mangano

Author: Leonardo Pérez Mangano