Gerardo Benítez Alpízar: Una vida consagrada a servir

Gran variedad de plantas vegetales y medicinales cultiva Gerardo Benítez Alpiza en su organopónico casero. El miembro de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana comenzó  en el año 2020 a buscar una manera de emplear su tiempo en alguna tarea que a la vez aportara al hogar.

“Como le dije, inicié porque necesitaba trabajar en el campo, estaba como loco aquí en casa”, confesó.

En el 2019 adquirió un rancho, que con la llegada del Covid-19 no pudo continuar atendiendo. Anteriormente trabajó como usufructuario del Estado. El deseo de cultivar la tierra siempre estuvo presente en Gerardo, por lo que sembrar desde casa devino la solución idónea a su necesidad.

En palabras de Gerardo: “si el hombre sirve, sirve la tierra”. De ahí a que le dedique tantas horas de empeño al cuidado de sus plantas. Con la ayuda de su familia y otros miembros de Asociación de Combatientes, logra mantener su organopónico en óptimas condiciones y libre de plagas.

“Lo otro es que mientras haya agua y fertilizante se puede sembrar en todos los tiempos se puede cocechar, y esto no para”.

Otro de sus logros y además, motivo de orgullo, resulta la producción de semillas para su banco personal. De cada cosecha Gerardo recoge los frutos y posteriormente las semillas de estos. De esta forma “la siembra y la producción continúan en las temporadas correspondientes”.

En sus sembrados aplica mucho intercalamiento de los cultivos, técnica que afirma, está contraindicada.

“Donde hay tomate, es tomate. Pero yo soy todo lo contrario, aquí aprovecho todo el espacio”, agregó.

Entre su amplia variedad de plantas se encuentran la frutabomba, el maíz, el tilo, el meprobamato, el ajo, el tomate y la habichuela.

Lo que inició como un pasatiempo, hoy resulta una vía para el autoconsumo y una tarea familiar. Gerardo y su organopónico demuestran que con amor y dedicación es posible recoger frutos.