No solo de espadas y lealtad al rey vive el mito de los mosqueteros. La segunda parte de la última reinvención del clásico de Dumas, encabezada por Vincent Cassel, Romain Duris, Pio Marmaï y François Civil, llega al cine con el enigma de Milady de Winter (Eva Green) en el corazón de la trama.
“Yo creo que por eso acepté formar parte de esta aventura, que no habíamos visto nunca el personaje de Milady en esta faceta”, explica Green en una entrevista con EFE en París, en la antesala del estreno de la película, que en Francia llegará a los cines este miércoles y que se podrá ver el 26 de enero en España.
Esa nueva dimensión de la que habla Green es la que pone a su personaje, la oscura y fría Milady de Winter, a la altura en importancia con Athos, Porthos, Aramis y D’Artagnan en “Los tres mosqueteros: Milady”, la segunda parte de la saga en dos capítulos dirigida por Martin Bourboulon, que supone la primera adaptación francesa de la emblemática novela al cine en 60 años.
Se trata de una versión más fiel que otras a la “tonalidad” original de la obra de Alexandre Dumas (1802-1870), opina en conversación con EFE Vincent Cassel, porque parte de la mirada francesa y porque ha sido rodada en la lengua de los mosqueteros y en los decorados reales de la trama.
“Quizás tenemos una mayor deferencia con la obra original, mientras que cuando se adaptó en el extranjero, por los americanos o los ingleses, se tomaron más libertades”, cuenta el actor de origen parisino, que interpreta a Athos.
Pero a la vez, afirma Cassel, esta saga sobre los soldados del rey Luis XIII (1601-1643), las guerras de religión en Francia y las intrigas del cardenal Richelieu es “decididamente moderna”.
Eso no solo se refleja en sus escenas de acción al más puro gusto hollywoodiense, sino también en la forma de presentar a los personajes.
Más que el cliché de la ‘femme fatale’
En 2023, los mosqueteros del cine son más “descarnados”, hombres con sentimientos, y los personajes femeninos “no son solo mujeres bonitas”, piensa Green, ya que aún respetando la genialidad del clásico hace falta adaptar la mirada a los tiempos.
La actriz francesa que triunfó con “Soñadores” (“The Dreamers”, Bernardo Bertolucci, 2003), de hecho, admite que al aceptar este papel le daba “un poco de miedo” no poder ir más allá del “cliché” de “femme fatale”.
“Es una superviviente”, casi una “máquina”, define Green, pero al mismo tiempo “la columna vertebral” de su versión de Milady no es la maldad pura, sino la “herida interior” amorosa que lleva oculta y que en el fondo “la guía”.
“Los personajes de los mosqueteros son fuertes porque Milady existe” y eso se veía ya en la propia novela de Dumas publicada en 1844, argumenta por su parte Martin Bourboulon, el realizador del filme.
De la conexión magnética entre la “villana” y los héroes no se libra el D’Artagnan que interpreta François Civil, ya que aunque el motor central de la película es resolver el ‘cliffhanger’ que había dejado la primera parte, el secuestro de su “amor puro de juventud”, Constance Bonacieux, se va a dar de bruces una y otra vez con Milady.
“Él se sumerge en esta búsqueda casi trágica en el sentido griego del término, un proceso casi orfeico, yendo a buscar a Eurídice al fondo del infierno”, explica Civil, en contraposición a la versión del personaje que vimos en la primera parte: un joven impetuoso que solo piensa en unirse a los mosqueteros y luchar por el rey.
A ese monarca, Luis XIII “El Justo”, lo interpreta otra de las estrellas omnipresentes del cine francés actual, Louis Garrel, quien afirma estar muy contento de haber llevado la corona por primera vez en su carrera.
“Soy muy viejo para ser mosquetero”, bromeó Garrel en una entrevista con EFE, antes reivindicar que a Luis XIII, por haber sido hijo y padre de dos monarcas muy célebres -Enrique IV, considerado uno de los mejores monarcas galos, y Luis XIV, el Rey Sol-, la historia no le ha hecho justicia.
Aunque esta saga se concibió inicialmente como una apuesta en dos partes, que ahora queda completada, “Los tres mosqueteros: Milady” deja en parte abierta la puerta a nuevas aventuras.
“Hemos adorado hacer esta historia, tenemos varias ideas. Ahora será el público el que decida si tiene ganas o no de ver una tercera parte”, señaló Bourboulon.(Portal Cuba Sí)