San Juan acogió fiesta deportiva de América en 1979 (VIII)

Una sede inédita, San Juan, la capital de Puerto Rico, acogió los VIII Juegos Panamericanos del primero al 15 de julio de 1979, certamen multideportivo en el que Cuba se consolidó en el segundo lugar del medallero, con siete títulos más que en la versión precedente.

En la conocida como Isla del Encanto, la delegación cubana logró cosecha de 64 medallas de oro, 47 de plata y 34 de bronce, por delante de Canadá (24-43-70) y solo superada por Estados Unidos (126-95-45).

Gran aporte a la mayor de las Antillas brindaron los halteristas, quienes dominaron el levantamiento de pesas con 23 coronas de 30 posibles, para de esa forma mantenerse como reyes continentales.

También los esgrimistas reeditaron su liderazgo, esta vez con seis cetros de ocho en disputa; mientras que los exponentes de la gimnasia artística masculina volvieron a demostrar su jerarquía.

Entre las individualidades con mejores actuaciones, el bólido de Cuba, Silvio Leonard, conquistó el doblete en la velocidad, al adjudicarse los metales áureos en los 100 y 200 metros planos del atletismo.

Con ese desempeño, Leonard igualó la hazaña de su compatriota Rafael Fortún, igualmente vencedor en esas dos pruebas en Buenos Aires 1951.

Otras estrellas como el cubano Alberto Juantorena, el brasileño Joao Carlos Oliveira, y los estadounidenses Renaldo Nehemiah y Evelyn Ashford, prestigiaron con su presencia las competencias del deporte rey.

Entre los datos curiosos, los boxeadores cubanos subieron cinco veces a lo más alto del podio, pero EE.UU. (4) se sitúo en la cima por mayor cantidad de puntos de acuerdo con las reglas de la Federación Internacional de esa disciplina.

En los torneos colectivos, los equipos de la isla caribeña continuaron su paso triunfal en béisbol y voleibol, este último en uno y otro sexo; mientras que el baloncesto (f) también contribuyó al botín dorado.

La cita de San Juan rompió todos los récord de participación con la asistencia de tres mil 700 atletas; y la mayor de las Antillas tuvo el mérito adicional de alcanzar el segundo lugar en el medallero sin haber competido en la inmensa mayoría de las 25 nuevas pruebas convocadas.

Hasta Caracas, Venezuela, se trasladarían en 1983 los deportistas de América en busca de cumplir sus sueños, competir y confraternizar. (Manuel Asseff Blanco, ACN)