El animal más pesado que ha habitado la Tierra, con una masa corporal que podría llegar a las 340 toneladas, el coloso Perucetus, un cetáceo primitivo que vivió hace millones de años, fue descubierto en Perú por un equipo de estudiosos liderado por paleontólogos de la Universidad de Pisa.
La investigación, que acaba de publicarse en Nature, partió de los primeros hallazgos, hace 13 años, de restos fósiles de huesos de cetáceos, recuperados en sucesivas campañas de excavación gracias a la intuición de Mario Urbina, leyenda viva de la paleontología peruana.
Los huesos fósiles recuperados en el actual desierto de Ica -que fue un mar en la época de Perucetus- ahora conservados en el Museo de Historia Natural de Lima, consisten en trece vértebras, cuatro costillas y parte de la pelvis, esta última indica que Perucetus estuvo equipado con pequeñas patas traseras, una condición que también se encuentra en los otros basilosáuridos, cetáceos arcaicos.
“Estimaciones rigurosas basadas en la medición de los huesos preservados y en la comparación con una gran base de datos de organismos actuales y fósiles – explicó el profesor Giovanni Bianucci de la Universidad de Pisa, primer autor y coordinador de la investigación – indican que la masa esquelética de Perucetus pesaba aproximadamente entre 5 y 8 toneladas, al menos el doble de la masa esquelética del animal vivo más grande, la ballena azul”.
Este esqueleto tan pesado sugiere que el cetáceo, que en vida habría alcanzado los 20 metros de longitud, podría tener una masa corporal de 340 toneladas, “casi el doble que la ballena azul más grande -afirmó Bianucci- y más del triple de lo estimado para el Argentinosaurus, uno de los dinosaurios más grandes jamás encontrados”.
El descubrimiento de Perucetus por parte del equipo, en el que también participaron otros geólogos y paleontólogos italianos de las universidades de Milán-Bicocca y Camerino, apoyados por investigadores peruanos y de varias nacionalidades europeas, promete reescribir un capítulo en la historia de los cetáceos.
“La enorme masa corporal de Perucetus -destaca Bianucci- indica que los cetáceos han sido protagonistas de fenómenos de gigantismo en al menos dos fases: en tiempos relativamente recientes, con la evolución de las grandes ballenas y rorcuales comunes que pueblan los océanos modernos, y hace unos 40 millones de años, con la radiación de los basilosáuridos de los que Perucetus es el representante más extraordinario”.(Portal Cuba Sí)