Ya supera esa edad establecida para catalogarse como adulto mayor, pero trabaja aun, y nada más y nada menos que en el hospital, ese lugar a donde casi nadie quisiera ir, pero al que a veces es inevitable llegar.
Es largo es trayecto de su casa al trabajo, y en otros tiempos el salario le permitiría pagarse un coche o esperar frente a la farmacia un motorcito, pero los precios, la crisis de combustible y hasta la pérdida de los valores la golpea, como a todos.