Allí manos ágiles se encargan de dejar limpias múltiples prendas utilizadas tanto por el personal médico como por los pacientes de la institución médica.
Dos brigadas laboran por turnos comprendidos entre las 7 de la mañana y las 7 de la noche para garantizar el trabajo y el funcionamiento de salones de operaciones y salas de hospitalización.
Gustavo Santos Triana es uno de los que allí labora desde que comenzó la pandemia dela COVID 19.
Comenta que actualmente trabajan con pocos equipos.
«Sin embargo todo el trabajo está saliendo diariamente sin ninguna complicación. Hay dos lavadoras y una secadora y aquí sale todo el trabajo diariamente. Además se está lavando todas las prendas de vestir del Hospital Pediátrico Provincial y se cumple sin ningún problema.»
Caridad Pérez Almeida entró como costurera y cuando llegó la COVID 19 pasó a apoyar en el área de lavado y recogida.
«Primeramente hicimos nasobucos y después pasamos por la lavandería doblando ropa, clasificando y apoyando en todo lo que hiciera falta. Aquí el colectivo es el mejor, no quiero otro. Todos nos llevamos bien y trabajamos parejo y unidos.»
La labor anónima de estos hombres y mujeres también contribuye a brindar un mejor servicio hospitalario en función de mejorar la calidad de vida de los matanceros quienes tienen en el Hospital Clínico Quirúrgico Docente Faustino Pérez una referencia de entrega aún con mucho trabajo por delante.