Un espacio para el recuerdo

Fernando Borrego Linares (1955-2002) fue un cantautor cubano que siempre prefirió en sus temas las relaciones amorosas, conocido por el pueblo de Cuba como Polo Montañez.

Su casa, actualmente museo que recopila gran parte de su vida y obra, está ubicada en Las Terrazas, comunidad turístico-rural que se encuentra a orillas del lago San Juan, en la provincia de Artemisa.

Prácticamente “subiendo loma” está su humilde morada, pintada de blanco, lo que representa la sencillez con la cual ese hombre vivió. Allí se encuentra un atento y agradable velador que atiende a los visitantes.

Al entrar se siente una calidez que inunda todo, puesto que se escuchan sus canciones, las cuales hacen más agradable y emocionante el recorrido por la vivienda, bien conservada, que guarda recuerdos, momentos que no se repetirán jamás, pero que serán conocidos por quienes hoy la visitan.

En sus paredes se pueden admirar reconocimientos, premios, los cuales hacen merecido su galardón como el artista internacional más escuchado de aquella época, además de recortes de periódicos e instantáneas en los que se muestra a esta figura de la Cultura cubana, incluso su última foto, tomada en la Autopista Nacional el 20 de noviembre del 2002, cuando no se pensaba que ese trágico accidente que se llevó su vida podía suceder.

También se encuentran datos familiares, como la carta del 12 de enero del 2002, en la que menciona que eran doce hermanos, unos carnales y otros por parte de madre, y da los nombres y apellidos de cada uno.

Polo vivió en diferentes puntos del hoy complejo Las Terrazas, atestiguándolo así, un mapa que se encuentra colgado en una de las habitaciones de la residencia. Un amplio ventanal muestra la tranquilidad de las aguas del lago San Juan, lo que hace pensar que la sonoridad y perfección de sus canciones se debía a la calma y frescura que visualizaba desde uno de los rincones más íntimos de su casa, su cuarto, y puede ser que allí hayan nacido tantas de las letras que se escuchan hoy en día.

Nuestro país posee disímiles lugares por conocer, el conocimiento de la historia de nuestra Cultura y sus protagonistas son temas importantes que alimentan el alma.

Y, aunque se haya realizado este pequeño museo para conservar su memoria y divulgar su obra, y existan libros que cuenten su historia, el pueblo de Cuba lo recordará con el paso de los años y las viejas generaciones le inculcarán a las nuevas el amor por su música, pues como él mismo lo expresó y se encuentra visible junto a otras frases en rincones específicos de su casita: «Siempre seré Fernando Borrego Linares ´Polo Montañez´, un guajiro natural de pura cepa y sombrero».

  • Estudiante de Periodismo