Bielka Cantillo, directora del Centro provincial de Patrimonio Cultural en Matanzas, resaltó que las edificaciones resultan de gran relevancia y aportarán mucho a la historia de la economía y su desarrollo en el territorio. Destacó que constituye un sitio que puede gestionarse desde lo patrimonial.
Resaltó Cantillo que el centro no cuenta con evidencias de fotografías o publicaciones directamente ligadas a la zona por cuanto resultará muy importante el estudio encaminado por Guamacaro y enfatizó en que la existencia de una comunidad en La Julia es beneficioso con vista al diseño de un proyecto de desarrollo local.
Según Ercilio Vento Canosa, Historiador de la Ciudad de Matanzas, las ruinas en La Julia constituyen una zona de gran interés histórico, con valores patrimoniales, ambientales y poco estudiada; sumamente llamativa resulta lo que se estima sea la cisterna de lavado de café, cuyas dimensiones amplias, 17 metros de largo por cuatro y medio de ancho y siete de profundidad, pueden ser un indicador de la capacidad productiva del sitio.
El auge de la producción cafetalera en Cuba aconteció en la década de los 90 del siglo XVIII con las revueltas de esclavos en Haití como condicionante, en tanto muchos colonos franceses que huyeron llegaron a la mayor de Las Antillas y establecieron sus producciones en distintas regiones de la Isla.
Kabiosile: Tras la ruta del café en Matanzas se nombra el proyecto en virtud del cual el Grupo Espeleológico Guamacaro, con Judith Rodríguez como su líder, estudia las ruinas centenarias ubicadas en la actual finca La Julia, área que merece atención para poner luces en su olvidada historia. (ALH)