LA COPA Mundial de la Fifa de Catar 2022 comenzó mal para los anfitriones, pues cayeron en su primer partido con marcador de 0-2 ante Ecuador.

De esa forma se convirtieron en el primer organizador que pierde en su debut, un hito negativo en el palmarés.

Este certamen acapara mucha atención de los medios desde la designación de la sede. No ha escapado a las polémicas que hoy encontraron abono.

Primeramente se observó sobre la cancha un equipo de calidad lejana a lo acostumbrado en esta instancia. Luego estuvo la aceptación del público, que si a primera hora asistió al estadio Al Bayt, en el descanso abandonó las gradas luego del marcador adverso de 0-2.

La otra gran polémica no tuvo que ver con el anfitrión, sino con la tecnología semiautomática para el fuera de juego, que anuló un gol de Ener Valencia por una pierna de Félix Torres que solo el Ojo de Halcón notó.

En lo futbolístico resultó Ener lo más destacable con sus dos goles, el primero de penal con finta incluida de mirar a un lado y definir suave al otro tras la caída del portero. El segundo de un cabezazo ajustado al palo.

Ener llegó a su quinto gol en copas mundiales y se erige como máximo anotador de su equipo, que no es poco. La mala noticia también le tuvo como protagonista, luego de salir de la cancha al 76′ con dolores en una rodilla.

La primera mitad fue un concierto de los sudamericanos y un sinfín de equívocos y errores de los debutantes, del que solo se salvó, por lo justo, su estrella Akram Hafif.

La única acción de peligro de los cataríes llegó en el quinto minuto del descuento de la primera mitad, cuando Moez Ali remató por fuera un centro alto solo ante la puerta.

Menos se vio en la segunda parte. Con el público que abandonaba el estadio también se marchó el fútbol y el juego cayó en una dinámica soporífera, poco agradable y falta de técnica.

Los ecuatorianos perdieron el ritmo y el orden táctico, por lo que el juego se tejió en un intentar y no dar, apenas algunas aproximaciones anárquicas de los sudamericanos y un disparo del máximo goleador catarí, incomprensiblemente como suplente, que se fue rozando el larguero.

Mal sabor dejó el encuentro que descorrió las cortinas del evento deportivo más seguido del mundo, pero también la certeza optimista de que lo mejor está por venir.