Amar esta tierra no es solo profesarle cariño al lugar en que se ha nacido. Es asumir que esta Isla antillana tiene una extensa historia de asedio, solo superado por su capacidad de resistencia. Cuba es una muestra irrefutable de un pueblo que no deja morir su historia. La vive y rememora como parte imprescindible de nuestra identidad, esa que se construye con el paso de los años, con nuestra cultura, con el sentimiento de pertenencia a esta nación.