Renace en Matanzas la industria del henequén

La Unidad Empresarial de Base Julián Alemán cumple sus planes productivos mensuales a pesar de su envejecida industria.

La Unidad Empresarial de Base Julián Alemán, situada en la antigua Fábrica de Jarcias de la ciudad de Matanzas

La UEB matancera pertenece a la Empresa de Fibras Naturales del Ministerio de la Agricultura, y explota las potencialidades del henequén mediante su procesamiento industrial.

Diariamente los trabajadores de la fábrica procesan las fibras naturales de henequén para la producción de sogas y cordeles

Según su director, Félix Pérez García, «la unidad entrega más de 15 toneladas mensuales de elementos como hilo tercial y normal y sogas. El promedio salarial de nuestros trabajadores oscila en 3900 pesos».

Además del henequén, la UEB recibe de importación el polietileno, material que se emplea en la confección de sogas utilizadas en los puertos, y entre sus principales clientes se encuentra también el grupo Tabacuba.

El polietileno destaca por su densidad y dureza, y es muy utilizado en la marinería

El especialista agroindustrial que atiende la producción, Jesús Suárez Riba, explicó que actualmente se encuentran en marcha las maquinarias conocidas como peine 1 y peine 2, para el procesamiento de las fibras.

«Para darle continuidad a este proceso necesitamos un abastecimiento regular de materia prima de buena calidad. A veces lo que recibimos no cumple los requerimientos necesarios, pero de igual forma tratamos de utilizarlo aunque se dificulte un poco más el trabajo», dijo Suárez Riba.

La industria cuenta con más de un  siglo de explotación, lo que dificulta un mejor rendimiento

La industria, enclavada en la antigua Fábrica de Jarcias de Matanzas, cuenta con una maquinaria obsoleta. Los equipos que están en activo agradecen el esfuerzo de trabajadores y aniristas de la unidad matancera.

La materia prima que utiliza la Julián Alemán procede de las Unidades Empresariales de Base Jaraguá, de Cienfuegos; la Antonio Berdayes, de Limonar, y la Eladio Hernández, de La Conchita.

El proceso productivo del henequén comienza desde que las posturas son llevadas a los viveros, trasladadas al campo, y finalmente cortadas las plantas y secadas.

El henequén se lleva al tendedero una vez separada la fibra y se pone a secar al sol entre tres y cuatro horas.

Más tarde van al área productiva, donde luego de pasar por un proceso de hilado, peinado y torcido, las fibras de henequén se convierten en sogas y cordeles. (ALH)

(Melissa García González/Estudiante y