Lo que sucedió en las semanas siguientes lo conoce buena parte de la población local, el reconocido galeno sufrió complicaciones asociadas a ese padecimiento que lo llevaron a permanecer en estado de coma durante un período de 16 jornadas, en el citadino Hospital Militar Mario Muñoz Monroy.
Médicos de distintas especialidades se esmeraban en el afán de salvar la vida a quien tantas vidas salvó, en momentos en que también las muestras de solidaridad y apoyo pululaban con hálitos de fe y esperanza.
Claro que la Salud Pública jugó un papel determinante y el empuje de la gente a través de las redes sociales, pero fue el amor de la familia, en especial de mis hijos y mi mujer, el pilar fundamental para vencer a la pandemia y afrontar la rehabilitación de forma progresiva, cuenta hoy el graduado en Medicina en 1999.
En conversación con la Agencia Cubana de Noticias Vidal Casal, tomado de la mano de su eterna novia, recordó cómo conoció a Anmy Linares Morera hace ya 24 abriles, cuando una fiesta de universitarios devino en escenario perfecto para el flechazo de Cupido, tal y como describe ahora Joan Javier aquel primer encuentro.
Linares Morera, su compañera y madre de sus hijos, narra con emoción de adolescente los primeros años de relación, el casamiento un par de años después y la llegada de los jimaguas al siguiente, el fruto de un gran amor y la razón para ser una pareja más unida, según confiesa.
Joan y César, a criterio de los propios progenitores, son lo más importante de su existencia, dos jóvenes alegres, de los cuales se enorgullecen, entre otras cosas, porque continuaron la vocación familiar y estudian para convertirse en futuros galenos.
Hemos permanecido más unidos que nunca en estos tiempos difíciles y hemos aprendido más el uno del otro, vivo convencido de que lo que viene de ahora en adelante serán otros 20 años juntos, asegura Vidal Casal sobre Anmy, a quien le parece que no serán solo dos décadas, sino una vida entera.
Si las cosas salen como esperamos en uno o dos meses regresaremos a nuestras actividades laborales, solo es necesario que Joan Javier gane un poco de peso corporal y mantenga un buen estado de salud, dice esperanzada la también profesional de la Salud Pública Linares Morera, quien aprecia por encima de todas las cosas la nobleza de su compañero de vida.
Antes de cerrar la charla sobre los sentimientos de uno hacia el otro y sobre los duros obstáculos que el destino les puso en el camino en estos últimos nueve meses, Vidal Casal concluye: “De todo se saca una experiencia, hoy nos sentimos más compenetrados, hemos multiplicado la ternura, la pasión y consolidado una unión para el resto de los días”.
