Iniciar las clases constituyó para padres y maestros vencer una etapa de confinamiento donde las clases televisivas restaron prespecialidad a los docentes, y en muchos hogares la familia se convirtió en pedagoga. El encierro de los pequeños de casa demostraba lo necesario de volver a la normalidad, y ese anhelo regresó. La creación de condiciones en los centros escolares permitió dar continuidad al período lectivo, pero creo que existe un problema que va más allá de las medidas adoptadas en las escuelas, y es lo que ocurre a la salida de los centros escolares.