Persecuciones continúan en Argentina, afirma Milagro Sala

La líder social argentina Milagro Sala, quien cumple seis años en prisión, afirmó hoy que las persecuciones judiciales contra organizaciones continúan en la provincia de Jujuy, como sucedió en tiempos del expresidente Mauricio Macri.

En diálogo con la emisora AM750, la dirigente del movimiento barrial Tupac Amaru, quien se encuentra en detención preventiva, se refirió al escándalo que brotó el mes pasado a raíz de la filtración de un video que muestra al exministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires Marcelo Villegas hablando sobre la creación de una «gestapo» (policía secreta de la Alemania nazi) para acabar con varios gremios sindicales.

La gestapo para perseguir a las organizaciones sociales sigue vigente en la provincia de Jujuy, apuntó Sala, tras añadir que los servicios de inteligencia de la época de Macri están intactos.

Sala fue detenida en 2016 por presunta incitación a la violencia y tumulto por encabezar una protesta en Jujuy contra los cambios impuestos por el gobernador Gerardo Morales en el sistema y programa de cooperativas.

Durante este tiempo le han abierto múltiples causas.

La dirigente indígena, quien denunció la humillación, atropello y violencia que sufrió en estos últimos años, consideró que en esa norteña provincia la persecución contra las organizaciones sociales continúa.

La víspera, Sala cumplió seis años de su encarcelamiento y movimientos políticos y referentes argentinos reclamaron su inmediata libertad.

En una carta abierta, organismos de derechos humanos, gobernadores, ministros del Gobierno nacional, diputados y senadores del oficialista Frente de Todos expresaron su preocupación y repudio ante el hostigamiento padecido por Sala.

Tras considerar su detención como arbitraria e ilegal, los firmantes subrayaron que el caso de Sala se constituyó en el laboratorio de lo que fue el lawfare (guerra judicial) en Argentina e implicó una verdadera asociación ilícita promovida con recursos del Estado para perseguir y encarcelar a dirigentes políticos, sociales y sindicales, como se evidencia cada día con mayor fuerza, con los hechos que salen a la luz pública.