Una escultura en cera policromada y a tamaño natural de la patriota Luz Vázquez y Moreno, inspiradora de la canción La Bayamesa, considerada la primera composición trovadoresca romántica cubana, fue develada la noche del miércoles en el Museo de Cera de esta ciudad, institución única de su tipo en el país.
La actividad formó parte de la jornada de homenaje a propósito del aniversario 153 de la quema de la urbe, actual capital de la provincia de Granma.
Ese trascendental hecho fue protagonizado por los propios moradores de la esplendorosa villa, el 12 de enero de 1869, para evitar que la misma sucumbiera al dominio español, recordó en declaraciones exclusivas a la Agencia Cubana de Noticias Emili Rosana Cordoví Pérez, comunicadora de la singular galería.
Explicó que, vestida acorde a la época y el abolengo de Luz, esposa del también patriota Francisco del Castillo y madre de siete hijos, la escultura aparece de pie, con una mano en la cintura, exhibiendo atuendo y peinado elegantes.
Rememoró que, empeñado en reconquistar el perdón y amor de su adorada cónyuge, tras un desliz descubierto, del Castillo se apoyó en sus amigos Carlos Manuel de Céspedes y José Fornaris, quienes concibieron, respectivamente, la melodía y letra de La Bayamesa, la cual trascendería su estreno, al compás de guitarra, el 27 de marzo de 1851.
Cordoví Pérez destacó que la decisión de representar a Luz, como la conocían sus coetáneos, obedeció, entre otras particularidades, a la pretensión de incrementar la cantidad de figuras femeninas de la pinacoteca, superada todavía por el número de estatuas masculinas.
Tuvo gran peso, además, la sobresaliente historia de vida de esa valerosa mujer, quien abrió las puertas de su hogar a la Revolución emancipadora de 1868, señaló.
La nueva obra, agregó, estuvo a cargo de los artistas de la familia Barrios Madrigal, vecinos del serrano municipio de Guisa, y creadores de la mayoría de las piezas que integran la colección del museo, entre las cuales se incluyen otras 25 representaciones a tamaño humano natural de relevantes figuras como José Martí, Héroe Nacional de Cuba; y Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria.
Hermana de la también patriota Isabel Vázquez y Moreno, esposa de Pedro (Perucho) Figueredo, Luz contó entre sus descendientes a Adriana, Lucila y Atala del Castillo, quienes alentadas por el ejemplo de la progenitora trabajaron como enfermeras durante la estancia del Ejército Libertador en Bayamo, y especialmente Adriana fue una ferviente activista de la causa libertaria.
Tras la muerte de su esposo, y ante la inminente caída de la ciudad frente al embate de las tropas españolas, la musa inspiradora de La Bayamesa estuvo entre las valientes que prendieron fuego a sus casas, y huyó a la Sierra Maestra, junto a los hijos, donde permaneció escondida hasta su captura y traslado de vuelta a la urbe, en enero de 1870.
Confinada en las ruinas de la antigua vivienda, luego del fallecimiento de Adriana a causa de tifus, y ante la enfermedad de Lucila por tuberculosis, Luz Vázquez no sobrevivió mucho tiempo, quitándose la vida desesperadamente.
El Museo de Cera de Bayamo exhibe desde hoy una representación de su imagen, que el público podrá disfrutar en los horarios habituales de visita, de martes a viernes, entre las 9:00 a.m. y 4:00 p.m.; y sábados y domingos, de 9:00 a.m. a 12:30 m.(ACN)