El Programa Materno Infantil en la provincia de Matanzas reflejó cifras superiores a 7 en la mortalidad infantil, indicador desfavorable que se traduce en 40 fallecidos.
El 2021 fue un año de complejidades, y la experiencia vivida por los matanceros ante el pico pandémico, con más de 3 mil personas diagnosticadas con la Covid-19 en un solo día, centró al territorio en el epicentro de la pandemia.
“Se han trazado un grupo de medidas para revertir este resultado, entre ellas las videoconferencias con los municipios para el seguimiento estricto del programa y supervisiones constantes a los territorios con monitoreo a la embarazadas de alto riesgo”, puntualizó Armando Arechavaleta, director del Programa de Atención Materno Infantil en Matanzas.
En este 2022 para el Programa Materno Infantil quedan grandes retos, y resulta fundamental el trabajo en el área de salud con la dispensarización de la mujer en edad fértil. A este esfuerzo se une el incremento del número de alumbramientos y la atención a parejas infértiles.
Arechavaleta agregó que ante el aumento de los casos positivos de Covid-19 en la provincia, se establecieron, junto a la mesa de coordinación, el seguimiento a las embarazadas, puérperas y menores de un año. Además se reaniman los hogares maternos, se profundiza en el control interdisciplinario a las gestantes, se capacitan todos los grupos básicos de trabajo, incluido el personal de la atención primaria y secundaria, con los nuevos protocolos, junto a un fuerte trabajo desde la dirección del PAMI.
Las embarazadas y puérperas contactos y positivos a la Covid-19 tienen establecido al Hospital Faustino Pérez para brindarles asistencia médica y seguimiento hasta que el PCR sea negativo. En el caso de los recién nacidos son ingresados en la Sala de Neonatología del Hospital Materno y los menores de cinco años trasladados al Hospital Pediátrico.