Como de costumbre, el evento abarca un gran espacio donde es posible apreciar palacios, budas, laberintos o construcciones emblemáticas de China y distintos países del orbe, levantados en su totalidad con agua congelada.
Este año también hay figuras alegóricas al centenario del Partido Comunista de China, a las Olimpiadas y Paralimpiadas Invernales Beijing-2022; y al tigre, el animal que regirá el próximo año nuevo lunar.
El Festival se extenderá hasta febrero próximo con cientos de actividades como competencias de deportes invernales y otras destinadas a las familias visitantes.
Este certamen comenzó a celebrarse en 1963, tuvo un período de interrupción y se retomó en 1985.
Es uno de cuatro principales del mundo de su tipo, junto al Festival de la nieve de Sapporo, en Japón; el Carnaval de Quebec y el Festival de esquí de Noruega.
Se distribuye en tres parques temáticos: la Isla del Sol acoge las esculturas gigantes; el Mundo del Hielo y la Nieve está dedicado a las actividades, shows y los edificios iluminados, mientras el Jardín Zhaolin muestra las tradicionales linternas chinas hechas de hielo y con luces o velas en su interior.
La edición de 2019-2020 suspendió gran parte de su programa debido al estallido de la pandemia de Covid-19. (Prensa Latina)