La Cámara de Diputados aprobó el impeachment en contra del presidente de Chile, Sebastián Piñera, por 78 votos a favor, 67 en contra y tres abstenciones.
El mandatario no queda suspendido de su cargo, a la espera del pronunciamiento del Senado, pero no puede salir del país.
La acusación constitucional fue presentada por un grupo de parlamentarios de oposición tras conocerse los Pandora Papers relacionados con la compraventa del proyecto minero Dominga por parte de la familia Piñera Morel a su amigo Carlos Délano.
La transacción se hizo en el paraíso fiscal de islas Vírgenes británicas en 2010 cuando el gobernante ya había asumido su primer mandato. En el contrato revelado por la investigación periodística mundial se conoció la existencia de una cláusula que condicionaba el tercer pago en cuotas de Dominga a que el sector no fuera declarado santuario de la naturaleza, lo que finalmente depende del consejo de Ministros.
Tras una maratónica sesión de 22 horas continuas que comenzó la mañana del lunes, la oposición consiguió con su estrategia de alargar la jornada obtener el quorum para aprobar la acusación constitucional.
El diputado opositor socialista Jaime Naranjo, designado por sus pares para presentar los cargos, completó cerca de 15 horas interviniendo y demolió al mandatario a la espera de la llegada desde Santiago de su par Giorgio Jackson.
El parlamentario del Frente Amplio cumplía a la medianoche la cuarentena por Covid-19 como contacto estrecho del candidato presidencial Gabriel Boric, quien no pudo sufragar.
Tras la larga exposición de Naranjo, que culminó cerca de la 1.30 (04.30 GMT) de la madrugada, decidió intervenir el abogado Jorge Gálvez, en representación del jefe de Estado, quien no logró en cinco horas convencer a la Cámara Baja.
El defensor indicó que si el jefe de Estado fue acusado de conflicto de interés “no es sinónimo” de que sea responsable de un acto considerado ajeno a la Constitución.
“Deben considerarse los principios de legalidad, culpabilidad y debido proceso; ninguno ha sido respetado en esta acusación”, aseveró.
Para Gálvez, “lo que correspondía, si existían dudas, era utilizar otros mecanismos como por ejemplo una comisión investigadora. Primero hay que investigar y luego acusar; pero claro, una comisión investigadora no tiene el efecto electoral que tiene una acusación”, deslizó.
El Senado deberá votar -lo más probable este viernes 12 de noviembre- si procede a la destitución del jefe de Estado, para lo cual se necesitarán 29 votos, que no los tiene la oposición.
El ambiente en la Cámara era tenso y aumentó más en la tarde cuando se conoció que el diputado demócrata cristiano Jorge Sabag tenía síntomas de Covid.
Sin embargo, el parlamentario viajó desde Chillán (400 kilómetros al sur de Santiago) pese a tener un test PCR pendiente, generando polémica por su presencia como también la del seremi de Salud de Valparaíso, quien llegó al lugar pasada la medianoche.
La bancada DC decidió hacer una maniobra de distracción para impedir que fuera examinado por la autoridad sanitaria y Sabag ingresó por una puerta lateral. El diputado Jaime Naranjo justificó su prolongada intervención porque “creo que lo que hicimos hoy solo tiene una explicación, la unidad de la oposición y la generosidad de la oposición para permitirme que yo encabezara algo que había esbozado que algunos no entendieron”.
Defendió que habló “con fundamentos, seriamente y responsablemente porque una Acusación Constitucional es una cosa muy seria y ustedes fueron testigos que entregué fundamentos serios de por qué había que aprobarla”.
Agregó que lo más importante y el ejemplo que dejó su intervención es que se hizo un “homenaje” a “todas esas personas que han visto vulnerados sus derechos en este Gobierno y muchas personas que están cansados de los abusos y principalmente como una expresión de mucha alegría y esperanza de ver a toda la oposición unida tras un objetivo”.
Naranjo recalcó que “lo más importante que hoy esta oposición le ha mandado un mensaje de esperanza, de fe a los chilenos, que se puede construir un país mucho mejor, que es posible que tengamos un presidente que sea un ejemplo y no como la situación en que nos vemos hoy día: con un presidente que no solamente ha actuado al margen de la probidad administrativa que se requiere, sino que además ha actuado gravemente en dañar la imagen de la nación”.
El parlamentario reconoció que ahora el escenario cambia, ya que el quórum de la Cámara es distinto a lo requerido en el Senado, aunque se manifestó tranquilo al respecto.
“Sabemos que es difícil conseguir los votos en el Senado.
Será tarea nuestra convencer a los senadores. Tenemos fe y esperanza”, completó. (Portal Cuba Sí)