Félix Rivero Vasallo

El 21 de febrero de 1928 en Bolondrón, en el actual, municipio de Pedro Betancourt, nació Félix, el cuarto de ocho hermanos. De cuna humilde solo pudo estudiar hasta el tercer grado de la enseñanza primaria en una escuela pública. Con 15 de años de edad, en el año 1943, militaba en la Juventud Autentica de aquel pueblo, junto a sus hermanos mayores Sergio y Luis. Félix se distinguía por su carácter atrevido e intolerante contra la demagogia de los gobiernos de turno. En esa época latía en él un odio profundo hacia Fulgencio Batista, entonces Presidente de la República, por sus antecedentes de hombre fuerte de los Estados Unidos.

 

Dolores, la madre, alarmada por las actividades de sus hijos, decidió mudarse a la ciudad de Matanzas, tratando de sustraer a los jóvenes de aquel ambiente en que estaban señalados y expuestos a la represión de la Guardia Rural. Pero en la capital provincial, Félix, Sergio y Luis, se incorporaron al grupo autentico de Charles Simeón, que más tarde traicionó a sus compañeros, y Félix fue más lejos aún y se enroló en una organización insurreccional que planeaba acciones contra Batista.

El triunfo electoral de Grau San Martín en el año 1944 interrumpió esos planes.

Muy pronto se hizo evidente el carácter demagógico del gobierno de Grau y su corrupción sin límites, los hermanos Rivero Vasallo se sumaron a las filas ortodoxas de Eduardo R. Chibás. En el año 1945 la familia emigró por motivos económicos a la ciudad de La Habana, residiendo en el Reparto La Rosalía.

Félix y sus hermanos frecuentaban el Liceo Ortodoxo de Prado 109. Allí establecieron contacto con el joven abogado Fidel Castro Ruz. Al producirse el madrugonazo del 10 de marzo de 1952, Félix fue uno de los primeros en compartir los planes insurreccionales de Fidel, contando siempre con el apoyo de sus hermanos.

Ya en la Generación del Centenario visitaba la Universidad capitalina y otros sitios para coordinar proyectos y realizar prácticas de tiro. Una misión muy importante que cumplió a cabalidad fue la compra de uniformes, gorras, zapatos y botas del ejército, que hacían a través de amigos militares de La Cabaña y el cuartel de San Ambrosio. Lo mismo hizo junto a sus hermanos en la fábrica de uniformes y gorras «El Zorro», en Agua Dulce.

El 24 de julio de 1953 Sergio cubrió el turno de Félix en el bar Solares, en la Calzada de Güines, centro de trabajo de ambos. Esa noche partió preocupado por el delicado estado de salud de la madre, pero sin titubear, en compañía de los demás miembros de la célula del Parque de los Leones.

El 26 combatió en el fondo del Hospital Civil Saturnino Lora de Santiago de Cuba, apoyando al grupo principal que atacó la posta 3 del Moncada.

Fracasada la acción fue hecho prisionero por las fuerzas militares de la dictadura y conducido al Moncada, lugar donde halló la muerte de forma alevosa.