Los trabajadores del museo parisino del Louvre, el más famoso y visitado del mundo, decidirán hoy su participación en un llamado a la huelga de sindicatos que denuncian condiciones laborales degradadas.
La asamblea general de los empleados de la otrora residencia real y sitio privilegiado de la cultura universal está prevista en la mañana, por lo que es seguro que no abrirá este lunes en su horario habitual, las 09:00 hora local.
Según diversos análisis, el resultado de la reunión determinará la medida en la que será seguida la convocatoria al paro, por lo que en el mejor de los casos, podrían cerrarse al público algunos espacios de la institución que atesora más de medio millón de obras, unas 36 mil de ellas en exhibición.
Varios sindicatos, entre ellos los dos más poderosos del país: la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) y la Confederación General del Trabajo (CGT), llamaron a protestar por las condiciones laborales con las que lidian sus afiliados.
En particular, alegaron la falta de personal, de recursos y de medios para cumplir sus funciones, frente a una carga de trabajo “que no deja de crecer y una gestión de los recursos humanos cada vez más brutal”.
El Louvre está en la palestra de Francia y el planeta desde el 19 de octubre, cuando se produjo el espectacular robo de ocho joyas que pertenecieron a las emperatrices o reinas Eugenia, María Luisa de Austria, María Amelia y Hortensia, tesoro valorado en 88 millones de euros.
Pese a que los cuatro presuntos ladrones fueron capturados, el botín de un inestimable valor patrimonial sigue sin recuperarse.
No es el único problema de la institución que acoge obras como La Gioconda, la Venus de Milo, la Coronación de Napoleón, la Victoria Alada de Samotracia o la Libertad Guiando al Pueblo.
El 17 de noviembre, el museo que acaricia al también célebre y patrimonial río Sena tuvo que cerrar la galería Campana del ala Sully para investigar la fragilidad de algunas vigas, y hace algunos días el fuego con ribetes de escándalo recibió más leña con la noticia de una filtración de agua ocurrida a finales del propio mes.
De acuerdo con el administrador del Louvre, Francis Steinbock, la filtración afectó más de 300 obras, entre las que citó revistas de egiptología y documentos de investigación.
En este contexto, la ministra de Cultura, Rachida Dati, anunció el viernes una misión para “reorganizar” el Louvre, al frente de la que fue designado Philippe Jost, quien dirigió la entidad pública a cargo de la restauración de la catedral de Notre-Dame, templó gótico que reabrió hace un año tras el incendio que estuvo a punto de hacerlo colapsar el 15 de abril del 2019.
De acuerdo con la titular, la misión responderá a la presidenta-directora del Louvre, Laurence des Cars a quien el jefe del Estado, Emmanuel Macron, le ratificó la confianza.
Dati afirmó que urgen medidas más allá de los temas de seguridad y estructura de la institución.
(Prensa Latina)

















