La evolución de las películas y audiovisuales dedicado a los deportes ha sido un reflejo de cómo las historias relacionadas con la competencia, el esfuerzo, la superación y la gloria han ido cambiando con el tiempo. Desde los primeros filmes en los que el deporte aparecía como una temática secundaria hasta convertirse en un género cinematográfico de gran popularidad, el cine ha sabido captar la esencia de los deportes y adaptarla a las inquietudes y realidades sociales de cada época.
Se tomaron como muestra 66 materiales que incursionan en los géneros de ficción y documentales, este último con mayor preponderancia; coincidiendo con el mismo número de aniversario de la creación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC). Los realizadores más destacados en este ámbito son: Luis Felipe Bernaza, Oscar Valdés, Rolando Diaz, Santiago Alvarez y Enrique Diaz Quesada
Las disciplinas más representativas en las propuestas audiovisuales se centran en el Ajedrez, Atletismo, Boxeo, Voleibol, Karate y el Béisbol, nuestro deporte nacional.
Figuras de la talla de Kid Chocolate, Teófilo Stevenson, Alberto Juantorena, Rogelio García, Alfonso Urquiola, Pedro Luis Lazo y Mijain López, solo por mencionar algunos, prestigian con sus resultados, la historia del audiovisual y la del movimiento deportivo cubano.
Enrique Diaz Quesada: El Padre del Cine en Cuba.
Cuando se hable de la historia del audiovisual en nuestro país, hay que mencionar a Enrique Diaz Quesada (1882-1923), considerado por los especialistas, El Padre del Cine Cubano, quien se destaca a través del lente por sus atinadas reseñas deportivas.
En 1912, dirige el documental, Base Ball, un juego de pelota de la época, formando parte de la Serie Cuba al Día; espacio noticioso donde se abordaban una serie de reportajes, que mostraban al público acontecimientos relevantes de la actualidad nacional. Tres años más tarde, Diaz Quesada, propone a los espectadores fragmentos de, La Pelea de Johonson y Willard; secuencias sobre la escandalosa pelea de boxeo entre el famoso campeón Mundial Jack Johonson y su retador Jess Willard, celebrada en La Habana; y en 1916 el destacado cineasta filma el documental silente, Match de Fútbol, encuentro de fútbol entre dos conjuntos de la capital del país.
Con la creación del ICAIC, se revoluciona el cine y el audiovisual cubano.
No fue hasta marzo de 1959 con la creación del ICAIC, que comenzó a materializarse la posibilidad de un cine nacional concebido como producto cultural válido y auténtico, medio idóneo para interrogar la contemporaneidad y el pasado histórico, desde el rigor intelectual y la comprensión humanística de la nación. Recién fundado, sus principales creadores se aprestaron a filmar elocuentes testimonios sobre las colosales hazañas, la épica y el vértigo transformador de toda una época, donde la actividad deportiva, no fue la excepción.
En 1966, Oscar Valdés, dirige el documental El Ring, una aproximación al mundo del boxeo, a través de dos personalidades emblemáticas de ese deporte en Cuba: Kid Chocolate y Fermín Espinosa. Ese propio año, el cineasta Santiago Álvarez, nos propone: Cerro Pelado, material que aborda la actuación de Cuba en los X Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe en San Juan Puerto Rico.
Con el objetivo de visualizar la práctica del motociclismo en Cuba, Oscar Valdés, dirige en 1967 el documental 250 Cc y El diamante, una mirada a este último, lo que se considera el deporte nacional de Cuba: la pelota. Ese propio año Francisco Soto, nos propone el documental Ajedrez, un reportaje sobre el IV Torneo de Ajedrez de los Ejércitos Amigos, celebrado en La Habana. José Massip, cierra el ciclo en la década de los 60, con Nuestra Olimpiada en La Habana, un acercamiento a la XVII Olimpiada Mundial de Ajedrez, donde asistió Nuestro Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, quien tuvo a su cargo la apertura del certamen.
En una próxima entrega, continuaremos desandando los caminos del deporte en el audiovisual cubano.

















