Cada día nos convoca un motivo de profundo respeto y gratitud: rendir homenaje a quienes, con entrega y valentía, han hecho de la protección de la vida y del bienestar colectivo su misión.

Ser bombero es mucho más que portar un uniforme; es encarnar el valor de acudir donde otros retroceden, es convertir el sacrificio en esperanza y la disciplina en servicio. Cada incendio apagado, cada rescate realizado, cada gesto de solidaridad, nos recuerda que el heroísmo verdadero se mide en actos de servicio y amor al prójimo.
En este día, elevamos nuestra voz para reconocer no solo la labor visible, sino también el esfuerzo silencioso: las horas de preparación, la fortaleza en la adversidad, la unión que convierte a cada cuerpo de bomberos en una familia al servicio de la comunidad.

Que este homenaje sea también un compromiso: el de apoyarles, valorarles y aprender de su ejemplo. Porque en ustedes vemos reflejados los más altos valores humanos: la valentía, la solidaridad y la entrega sin límites.
En nombre de nuestra comunidad, de nuestro sistema de Defensa Civil Cubana reciban nuestra gratitud infinita y el reconocimiento que merecen. ¡Feliz Día del Bombero!
















