El reconocimiento oportuno para quienes tienen la misión de plantar árboles y conservar nuestros bosques. En 1959 se promulgó la Ley 239, momento oportuno para crear por aquel entonces el Departamento de Repoblación Forestal del Ejército Rebelde y se declararon a los bosques bienes culturales de utilidad pública, lo que propicia una mejor conservación de las plantaciones sembradas.

Preservar el patrimonio forestal y ensanchar la riqueza de una gestión imprescindible para la economía y la vida misma del hombre. Más del 30% de la superficie terrestre del país está forestada, a la par del cumplimiento de los principales indicadores productivos, el funcionamiento de módulos pecuarios, el rescate de fincas forestales y de autoconsumo, logrando pues mayores rendimientos por hectáreas.

De igual forma se elabora en la limpieza de áreas infectadas con marabú, vale resaltar la implementación en los arabos del proyecto IRIS, que se traduce en la resiliencia climática en los ecosistemas agrícolas de Cuba mediante sistemas agroforestales silvopastoriles, la reforestación y la regeneración natural forestal asistida.