Pudiera decirse, casi literalmente, que el jovencito que cumple 18 años en junio, se echó el peso del equipo y permitió el empata 3-3 con el conjunto italiano. Primero con su gol a los 24 minutos y luego repartiendo juego.

Un partido bastante alejado del guion esperado, con un exquisito gol tempranero de Marcus Thuram al minuto de juego y otros dos de Denzel Dumfries (21 y 63) en todos los casos dando ventaja a la escuadra de Milán.

En todo caso, al compás de Yamal el Barça logró remar contracorriente y a los 38 Ferrán Torres lograba la primera igualada 2-2. Ante la segunda diana de cabeza de Dumfries, los culés no se durmieron y respondieron rápido.

Un corner lanzado al centro para la entrada de Raphinha que soltó un cañonazo imparable a los 65,, aunque el gol quedó registrado para el guardameta rival Yann Sommer, al golpear el balón en sus espaldas.

Dos importantes figuras lesionadas tal vez cambiaron la idea de los entrenadores, el argentino Lautaro Martínez por el Inter de Milán, y el francés Jules Koundé en el caso de los azulgrana.

“Será un partido de vuelta muy reñido, pero estaremos en casa. Es importante también la recuperación de los jugadores. Estamos vivos y podemos llegar a la final”, afirmó Filippo Inzaghi, entrenador del Inter.

Inzaghi no quiso apresurarse en señalar la baja de Lautaro Martínez para el choque de la próximo martes 6 de mayo, pero varios medios italianos lo dan por seguro, lo mismo que en el caso de Koundé.

Por su parte, el técnico alemán del Barcelona, Hansi Flick, destacó que Yamal abrió el camino para no perder el pulso de un partido en el que, reconoció, su equipo tuvo un mal comienzo.

“Encajamos dos goles, pero después volvimos al partido. La segunda parte fue espectacular. Queda un segundo partido y tenemos que ganar. Es una final, antes de la final”, comentó Flick sin lanzar campanas al vuelo.

En el otro pareo, el París Saint Germain venció al Arsenal 1-0 y recibirá al cuadro inglés en la Ciudad Luz el miércoles venidero.