Ervin Rozabal, muestra de valía y compromiso con la Patria

La victoria de Playa Girón fue una importante batalla librada en abril de 1961 entre las fuerzas revolucionarias, lideradas por el Comandante en Jefe Fidel Castro, y una fuerza invasora respaldada por el gobierno de los Estados Unidos. El enfrentamiento tuvo lugar en la Bahía de Cochinos y constituyó un intento fallido de derrocar la Revolución Cubana. En menos de 72 horas, los cubanos lograron repeler el ataque e imponerse a los invasores.

Entre los combatientes que defendieron la soberanía nacional estuvo el periqueño Ervin Rozabal, quien, a una temprana edad, demostró su valía y compromiso con la Patria.

“Participé en la misión de Playa Girón a partir del 17 de abril”, recuerda Erwin. “Nos encontrábamos en el Batallón 127 de Unión de Reyes y fuimos alertados para entrar en combate. Partimos hacia la Ciénaga de Zapata al amanecer, y comenzamos a enfrentar el desembarco aéreo que se estaba produciendo. Capturamos a muchos mercenarios disfrazados de carboneros o campesinos que intentaban escapar por la costa en lanchas. Todo eso fue posible gracias a la organización de nuestras unidades.”

También rememora los momentos más difíciles: “Tuvimos muchos problemas. Lo más complicado era que, por la falta de recursos y efectivos, no podíamos continuar las acciones como deseábamos. A veces salíamos al mismo lugar más de una vez, sin poder avanzar. Pero resistimos. Yo me reincorporé luego a mi batallón, que hoy permanece en Unión de Reyes.”

El testimonio del combatiente también nos lleva a otras etapas de su vida como luchador revolucionario: “Me impresionó mucho combatir en esa situación. Nunca había estado en una guerra como esa, aunque sí luchamos antes contra los bandidos, en lugares como en el Escambray, donde estuve seis meses. En esos momentos, cuando empieza el combate, uno no sabe bien qué hacer. A veces había que esconderse detrás de un árbol, en un hueco… pero poco a poco, el miedo se va disipando.”

La derrota de la invasión en Playa Girón fue la primera gran derrota militar del imperialismo en América Latina, y marcó un antes y un después en la historia de Cuba. Reafirmó el liderazgo de Fidel Castro y la determinación del pueblo cubano de proteger su soberanía ante las amenazas externas. Este acontecimiento tuvo gran repercusión internacional.

Hoy, el pueblo cubano rinde homenaje a los patriotas que perdieron la vida en esa contienda, y reconoce la valentía de quienes participaron en la defensa de la Revolución.

Author: Brenda Corzo García