La indispensable luz del arte en tiempos de apagones

Mis hijas, afortunadamente, han crecido visitando el teatro. En Matanzas tenemos el privilegio de contar con agrupaciones imprescindibles dentro del panorama escénico del país, entre ellas Papalote e Icarón, dirigidas por los Premios Nacionales René Fernández Santana y Miriam Muñoz y El Mirón Cubano, con Mercedes Fernández al frente.

 

Entre ellas, la sala Pepe Camejo, de Teatro de Las Estaciones, permanece abierta durante todo el año; incluso cuando otras instituciones culturales de la ciudad cierran sus puertas, en agosto o en diciembre por ejemplo, la tropa de Rubén Darío Salazar y Zenén Calero Medina, Premios Nacionales de Teatro, permanece con sus puertas abiertas, ofreciendo su arte a toda la familia, además de su quehacer en la investigación, la producción de eventos nacionales e internacionales, la actividad docente y comunitaria.

Acogedora, hermosa y con un colectivo que le hace honor a los merecidos reconocimientos del grupo, entre ellos 20 Premios Villanueva de la Crítica Teatral, desde los técnicos, sonidistas, acomodadoras, actores, compositores, bailarines y diseñadores que han colaborado o forman parte de Las Estaciones, en esta salita hemos vivido momentos inolvidables, insuperables en belleza, aprendizajes y reflexiones, incluso cuando han tenido que hacer magia y transformar su luz interior en alternativa para encender el espacio exterior en los momentos en que la energía eléctrica ha faltado.

 

En el actual contexto electroenergético que sacude las programaciones culturales en la mayoría de las provincias del país, cinco de las últimas ocho funciones en la salita de la calle Ayuntamiento han sido con la iluminación exterior, con las ventanas abiertas, pero a lleno total. El público se mantiene fiel, fin de semana tras fin de semana, y eso habla mucho, bien y alto del interés que despiertan sus propuestas en la población.

Si a eso añadimos que el colectivo fundado en 1994 defiende con maestría y elegancia el vasto acervo cultural de este país, llevando a la escena a algunos de los más importantes representantes del arte cubano en tiempos donde tanto se habla de colonización cultural, globalización neoliberal e imposición de patrones externos, colaborar con el propósito de poner cubanía e identidad en las ofertas para niños habla del irrevocable compromiso con la nación, con la Patria.

or parte de los líderes del grupo se ha intentado negociar opciones ante la falta de fluido eléctrico en los horarios de función, sábados y domingos entre las 11 de la mañana y las 12 del mediodía, según explicó Salazar Taquechel días atrás en una publicación en Facebook.

La instalación de un grupo electrógeno, la inclusión del local, a media cuadra del Parque de la Libertad, en el circuito protegido (en el cual, a mi consideración, deberían tener en cuenta igualmente la plaza patrimonial de la urbe, tan vilipendiada por la población en los tiempos más recientes), priorizar por la Unión Eléctrica los horarios matutinos para asegurar un momento en el que se conjugan recreación y educación a la familia, han sido algunas de las peticiones que no se han llevado a vías de hecho por razones varias.

En la misma publicación, Rubén acudía al apoyo internacional con el propósito de encontrar una solución en Estaciones a la situación que pone en posición de jaque los no pocos desvelos de los organizadores de los diferentes eventos culturales por llevar adelante un producto artístico de calidad.

Creo que sería, más que oportuno, pertinente, encontrar en nuestros predios una respuesta a tan legítimo reclamo, que bien pudiera extenderse a espacios como El bolerazo, cuya realización se ve afectada hace tres semanas por los apagones y la Casa del Danzón, tan importante para perpetuar la matanceridad a través de nuestros bailes tradicionales.

En ese sentido, las opiniones de la población varían desde la queja por el desarrollo de actividades culturales por su supuesta correspondencia con el incremento de los apagones en otras zonas, hasta el reclamo por la necesidad de ofrecer espacios donde distraerse en los horarios en los que sus circuitos permanecen apagados.

Por la importancia de Teatro de Las Estaciones, con su arte auténtico, formador, cubanísimo; por el regalo de que permanezcan en Matanzas enriqueciendo a las familias, porque lo primero que hay que salvar es la cultura, porque mis hijas y otros niños puedan seguir creciendo con teatro hecho para ellos, me sumo a la preocupación del incansable Rubén por encontrarle un solución a este asunto y proyectar luz ante la oscuridad de los tiempos que corren.(Radio 26)