Desembarco del Granma, símbolo de resistencia

El desembarco del Granma, ocurrido el 2 de diciembre de 1956, marcó un hito crucial en la historia de Cuba.

Este evento se llevó a cabo cuando un grupo de revolucionarios, llegó a las costas cubanas a bordo del yate Granma desde México.

La travesía fue peligrosa y estuvo llena de desafíos, pero el objetivo era claro, iniciar una insurrección contra el régimen dictatorial de Fulgencio Batista.

A pesar de las adversidades que enfrentaron durante el viaje, como la falta de provisiones y las condiciones climáticas adversas, los expedicionarios estaban decididos a llevar a cabo su misión.

Al llegar a la Mayor de las Antillas, se encontraron con una situación complicada, solo un pequeño número de los hombres sobrevivió debido a un ataque sorpresa por parte del ejército batistiano. Este revés inicial conocido como el Combate de Alegría de Pío, no desalentó a los revolucionarios, al contrario, fortaleció su determinación.

Este hecho  simbolizó el inicio de una larga lucha armada que culminaría con la victoria revolucionaria en 1959. A partir de ese momento, los sobrevivientes se reagruparon en la Sierra Maestra y comenzaron a ganar apoyo popular entre los campesinos y los trabajadores.

La figura de Fidel Castro emergió como líder carismático y estratega militar, lo que permitió consolidar un movimiento que ganó fuerza con el tiempo.

Este acontecimiento tuvo repercusiones  en toda América Latina. El desembarco del Granma se convirtió en un símbolo de resistencia contra la opresión y es recordado como un acto audaz que inspiró a otros pueblos.

Author: Brenda Corzo García