
CUALQUIER valoración sobre la actuación de Cuba en el XIX Campeonato Mundial de Atletismo 2023 tiene que acudir al desempeño en la edición precedente, cuando por primera vez en estas lides no se festejó una medalla. En ese sentido, el saldo resulta evidentemente positivo.
El regreso a casa sin título por octava vez en 19 incursiones, pero con tres preseas, deja un sabor diferente al de Oregón 2022, aunque nuestro atletismo no se acerque todavía a sus días de mayor gloria.
La comparación no puede desconocer el contexto que marcan un año atípico con tres competencias fundamentales, un verdadero “dolor de cabeza” para los responsables de diseñar la preparación.
Si bien no cayó el título, ausente desde Doha 2019, no debe olvidarse que nunca estuvo en los pronósticos. En la selección cubana no existe hoy una figura claramente favorita y por lo visto no la habrá a corto plazo.
Desde esa óptica, el grupo cumplió con las expectativas y los análisis hechos a partir de sus ubicaciones y la de los rivales en el ranking, incluso atendiendo a notables ausencias en algunas pruebas.
Sucedió en el triple salto para hombres, en que se firmaron las actuaciones de más nivel: medalla de plata de Lázaro Martínez con registro de 17,41 metros, y de bronce de Cristian Nápoles con marca personal de 17,40.
Para remarcar a esa como la especialidad más exitosa de Cuba en estas lides, la joven Leyanis Pérez volvió a brillar. Si de comparaciones hablamos, baste decir que mejoró el cuarto escaño conseguido hace un año, aunque no superó la ansiada barrera de los 15 metros y su mejor brinco (14,96) quedó a dos centímetros de su tope personal.
Destacables el cuarto lugar del saltador de altura Luis Enrique Zayas, con marca personal al aire libre de 2,33 metros; y el sexto escaño de la triplista Liadamis Povea, firmando con 14,87 el tercer mejor registro de su trayectoria.
El joven Alejandro Parada también merece todo el reconocimiento por su “aterrizaje” en la final de salto de longitud. Su estreno en estas lides hace pensar en grandes posibilidades futuras. Silinda Morales, acorde a su rango, mantuvo a la Isla con protagonismo en las finales del lanzamiento del disco.
Los relevos femeninos formados para la ocasión quedaron a deber, sobre todo el 4×400 metros, inscrito con las mismas corredoras campeonas mundiales en Silesia 2021.
Su historial, que incluye la condición de finalista en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, hacía pensar en al menos avanzar hasta esa instancia, algo que no sucedió por el discreto crono alcanzado.
Las velocistas igualaron la marca que les reportó el título en los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023, lo que a este nivel apenas alcanzó para el sexto lugar en su serie clasificatoria.
¿Deudas? Casi las mismas de los últimos años. Siguen sin aparecer corredores capaces de sostenerse en la élite de pruebas como los 400 y 800 metros, y los 100, 110 y 400 con vallas, en que hemos tenido figuras de probado éxito.
Además se aprecia una pobre reserva para sustituir a quienes ahora asumen el protagonismo, con mayores y menores resultados. Lo mismo aplica para el área de lanzamiento, que por diversos motivos ha quedado sin apenas referentes.
Encarrilar el incipiente renacer con algunas velocistas, al menos para consolidar buenos resultados a nivel regional y continental, aparece entre los varios retos inmediatos.
Después de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 quedará en el horizonte la cita bajo los cinco aros. Aunque no se vislumbra la posibilidad de cambio notable, corresponde celebrar por lo hecho y asumir lo mucho por mejorar.
DIRECTIVOS VALORAN DE POSITIVO EL PASO POR BUDAPEST
Rolando Charroo dirige lleva, desde hace menos de un año, las riendas del atletismo en Cuba. Junto al equipo de la federación cubana de este deporte han estructurado la estrategia para recuperar resultados en el contexto internacional. Aquí valoró de positivo el retorno al medallero, aunque reconoció que queda un largo camino para lograr las metas propuestas.
«Consideramos como muy buena la actuación en un evento tan fuerte como este, con más de 2 mil atletas de casi 200 países, al que todos llegan preparados para ganar», consideró tomando como referencia los puestos 25 del medallero y 17 en la tabla por puntos.
«Hemos podido avanzar, pese a las dificultades que tenemos», reconoció antes de alabar a los tres medallistas del grupo. «El nivel competitivo del triple salto es alto. Logramos las tres medallas en ese evento, lo mismo con hombres que con mujeres», agregó como preámbulo para mencionar lo hecho en los saltos de altura y longitud, y en el lanzamiento del disco, en que se pasó a finales.
«Hay que mejorar en la pista, imprescindible buscar figuras. Aquí no tuvimos hombres en las carreras y las muchachas tienen que mejorar. Sabemos los elementos en que debe insistirse y sobre todo contamos con un equipo joven y talentoso», valoró.(JIT)