
Unos bailan y otros cantan en un ambiente de alegría, cuidado y respeto a quienes conviven a largo plazo en la institución de salud.
Es el hogar de ancianos “Gilberto Espiñeira” de Colón, que antes recibía solo mujeres y con la ampliación y remodelación de sus salas, ahora también recibe hombres.
Suman 42 los que son atendidos con todo esmero, entre ellos 6 del sexo masculino. Tienen garantizado, según explica la Licenciada Leonela Margarita Paneque Rosales, Jefa de Enfermería, los servicios de rehabilitación, enfermería, trabajo social, psicología y podología, terapia ocupacional, nutrición y dietética, farmacia y lavandería.
Mantienen además vínculos de trabajo con otros organismos como Cultura y Deporte para la recreación y el esparcimiento.
Con orgullo refieren que en los difíciles años de la Covid-19 no tuvieron muertes ni contagios como resultado de las medidas adoptadas y el sistema de trabajo implantado para el cuidado de este grupo vulnerable.
Los trabajadores resultan fieles veladores del bienestar en el Hogar de Ancianos Gilberto Espiñeira.
Quienes laboran en la Sala de Calderas para el servicio de Lavandería ostentan la condición de Eficiente, entregada por la Oficina Nacional de Uso Racional de la Energía (ONURE).
Se muestra felicidad y atención en un programa para el adulto mayor priorizado ante el envejecimiento poblacional.