Desde el 8 de diciembre Miguel tiene una vida nueva. Él es el primer abuelo que se incorpora al Hogar de Ancianos Gilberto Espiñeira Cabrera, del municipio de Colón.

A sus 79 años vuelve a sentirse vivo.

Se resuelve así un viejo reclamo en el territorio, que no contaba con una institución para acoger de manera permanente a adultos mayores del sexo masculino.

Ya están creadas las condiciones para recibir de manera paulatina a 41 abuelos, quienes se integrarán a las 39 ancianas internas, aseguró el administrador del centro, Lázaro Hernández Díaz.

“Con la llegada del nuevo miembro ha cambiado, para bien, la dinámica del hogar. Las abuelas están alegres y se llevan muy bien con Miguel”, refiere la trabajadora social en la institución, Surelys Camejo Valdés.

Cuentan que Amalia nunca antes había tenido tanto brillo en los ojos. Miguel, con un flechazo, le despertó sentimientos dormidos.