Recién escuche en medio de la calle una conversación entre dos jóvenes amigos, en la que uno de los muchachos le recordaba al otro que había olvidado colocarse el nasobuco, que estaba a tiempo de regresar a casa a buscarlo. A lo que en tono irrisorio contestó el chico: que no regresaría en busca de la mascarilla porque “la covid se había acabado”.

Quedé paralizada, no es menos cierto que es menor el número de pacientes positivos al coronavirus pero la amenaza del virus sigue presente.

En toda Cuba se reafirman bajas tendencias de la enfermedad. En los próximos días, continuará una posible disminución muy lenta y gradual.

Sin embargo hay provincias como Santiago de Cuba, Guantánamo, Ciego de Ávila, Cienfuegos, La Habana, Artemisa, Pinar del Río y la nuestra Matanzas que tienden a incrementar las cifras de incidencia.

De ahí que la máxima dirección del país convoque a tomar  medidas oportunas para evitar que esta situación se nos vaya de la mano.

Para ninguno de nosotros puede ser una opción volver atrás, a un proceso de cierre, de cuarentenas, de contención y de aislamiento.

Por ello mantener protocolos sanitarios y entre ellos usar la mascarilla al salir de casa resulta vital para no retroceder el camino andado.

Como afirma nuestro presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, tenemos de nuestro lado el proceso de inmunización y “la vacuna que es un triunfo, pero la epidemia no ha terminado”.