
Es 2 de marzo, justamente un día antes de la jornada que se dedica a la Vida Silvestre y Animal, un suceso ocurrido en la ciudad de Matanzas causó revuelo en las redes sociales.
El escenario, el río San Juan de la urbe yumurina, los protagonistas: una familia de manatíes (especie en peligro de extinsión) que desde allí lanzó un «grito» de amor y respeto hacia las especies del reino animal que comparten espacios con los seres humanos.
Según las imagenes captadas por el lente del fotógrafo Ernesto Millán, esos mamíferos acuáticos, también conocidos como vacas marinas, nadaron a la vista de transeúntes y de quienes disfrutaban las bondades medioambientales y gastronómicas del Paseo Narváez.
Y aunque varias personas comentaron en la publicación de Facebook que es común verlos ahí, en el río Yumurí ó en áreas de la bahía próximas a la desembocadura de esos torrentes de agua dulce; constituye todo un espectáculo y un orgullo para los matanceros apreciar que los manatíes, representantes de una especie en peligro de extinsión, cuentan con ambientes sanos para vivir y desarrollarse.
Y así desde Matanzas la propia vida silvestre nos convoca a celebrar la belleza y la variedad de la flora y la fauna salvajes, así como a crear conciencia de los incontables beneficios que la conservación de estas formas de vida tiene para la humanidad.
De ahí las labores que según la máster en ciencias Nelvis Gómez Campos, subdelegada de la Unidad de Ciencia y Medio Ambiente del CITMA en Matanzas, se realizan en la provincia para la protección de especies del reino animal y vegetal que son endémicas del territorio o que tienen el riesgo de desaparecer.
«En ese empeño como bien refiere el lema dedicado al Día de la Vida Silvestre y Animal de este 2022, lo primero que estamos haciendo es trabajar en la restauración, protección y conservación de los ecosistemas en que viven especies como el cocodrilo Rhombifer, la jutía, la iguana, el Melocactus matanzanus, aves como la Ferminia y la cotorra, las orquídeas, entre otros muchos que conforman nuestro panorama silvestre».
Acerca del método más utilizado para desarrollar ese proceso de conservación, Gómez Campos señaló.
«Trabajamos, fundamentalmente porque no es la unica vía, mediante el Sistema de Áreas Protegidas que son las zonas naturales, terrestres y marinas más importante de la región cuya protección se prioriza».
Cuba es signatario del Convenio de Diversidad Biológica, el Protocolo relativo a las Áreas y la Flora y la Fauna Silvestres Especialmente Protegidas de la Región del Gran Caribe; la Convención sobre el Comercio Internacional de la Fauna y la Flora Amenazadas; la Convención de Especies Migratorias, entre otros asociados con la conservación de la biodiversidad.
(Radio 26)